"Osama Bin Laden -como todos sabemos- ha tenido la gravísima responsabilidad de promover la división y el odio entre los pueblos y de instrumentalizar la religión para este propósito".
"Ante la muerte de un hombre, un cristiano no se alegra nunca, sino que reflexiona sobre la grave responsabilidad de todos ante Dios y los hombres, y espera y se esfuerza para que cada evento no sea una oportunidad para un mayor crecimiento de odio, sino de la paz".
Pbro. Federico Lombardo, portavoz del Vaticano
Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada, perecerá por la espada.
Mateo 26, 52
Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores.
Mateo 5, 44
... no se tomen la justicia por su cuenta, dejen que sea Dios quien castigue, ... yo daré lo que se merece, dice el Señor.
Romanos 12, 19
Como siembran vientos, cosecharán tempestades.
Oseas 8, 7
No te regocijes porque cae tu enemigo, que tu corazón no se alegre porque tropezó
Proverbios 24, 17
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Lucas 23, 34
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