Sunday, December 20, 2009

Caritas Honduras: Comunicado sobre derechos humanos y violencia

Pastoral Social/Cáritas Honduras
Comunicado sobre la violación a los derechos humanos y el clima de violencia
“Yo he venido para que tengan vida y la tengan en Abundancia” (Jn. 10, 10)

La conciencia nacional, acostumbrada a vivir en un clima de violencia, ha sido sacudida en los últimos días por el aumento de la misma, pero con claras características políticas. Esta comenzó antes del 28 de junio, fecha en que se dio la sustitución presidencial.



Varias personas murieron durante el transcurso de estos cinco meses por participar en actividades movilizadoras de la población. Aparentemente la calma parecía haber ocupado un lugar en la convivencia cotidiana.



Sin embargo los asesinatos registrados últimamente señalan lo contrario. Tal es el caso del defensor de los Derechos Humanos, Walter Troches, miembro activo del Frente de Resistencia y el fallecimiento de Ángel Salgado asesinado un día antes de las elecciones por elementos del ejército. Como el secuestro del dirigente patronal y de la resistencia en la norteña ciudad de Choloma, entre otros. 



Vemos con preocupación y a sombro el aumento de crímenes catalogados como comunes en la población: entre ellos: la muerte de Katherine Nicolle Cabreray Edwin Canaca a manos de sicarios por motivos todavía no esclarecidos.

La ausencia de una institucionalidad jurídica confiable y sólida, el vacó de un poder con legitimidad moral, hace que el crimen y la violencia se adueñen de la sociedad hondureña.



La Pastoral Social/Cáritas considera y expresa su repudio contra todo tipo de prácticas que atentan contra el sagrado derecho a la vida, ya que son una violación a los derechos humanos y hacen más difícil la tarea de reconciliar y buscar la paz en la sociedad hondureña.



Hacemos un llamado a la sociedad y a los entes gubernamentales para revertir esta situación, ser eficientes en la aplicación de la justicia y buscar con honestidad caminos que conduzcan a la paz, al respeto a la vida y a los derechos humanos.


Tegucigalpa 18 de diciembre de 2009

Saturday, October 10, 2009

Nuevo comunicado de los obispos de Honduras



La Conferencia Episcopal de Honduras por el diálogo

Comunicado con motivo de la asamblea ordinaria

TEGUCIGALPA, viernes, 9 de octubre, de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el comunicado que ha emitido la Conferencia Episcopal de Honduras el 8 de octubre de 2009 con motivo de su asamblea ordinaria.

* * *

"Busquemos lo que contribuye a la paz y nos hace crecer juntos" (Rom. 14, 19)

1 - Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras, reunidos en Asamblea Ordinaria, nos sentimos muy unidos a todas las personas que, dentro y fuera de Honduras, tienen puesta su atención en el diálogo que se está llevando a cabo para buscar una salida constructiva a la crisis política que vive el país.

2 - Hemos experimentado en carne propia, en la Iglesia y en la sociedad, los sufrimientos, divisiones y violencia que esta prolongada crisis ha traído consigo. Hemos vivido la preocupación y el temor de que se buscase la solución por caminos de violencia.

3 - Manifestamos nuestro apoyo al diálogo reiniciado el día 7 del presente mes. En todo momento hemos abogado por esta pedagogía del diálogo sincero, que busca diligentemente la solución mejor para todos en la caridad y en la verdad.

4 - Pedimos a los directamente implicados en el diálogo y a quienes ellos representan que "superando las tendencias particularistas cada uno se esfuerce en buscar la verdad y perseguir con tenacidad el bien común" (Palabras del Papa Benedicto XVI sobre la situación de Honduras en el Angelus del domingo 12 de julio de 2009).

5 - No podemos continuar en la incertidumbre, la tensión personal y social y en el deterioro económico. Es urgente una solución justa, pacífica y acordada que "asegure la convivencia pacífica y una auténtica vida democrática" (Palabras del Papa Benedicto XVI).

6 - La presencia de los miembros de la OEA, de la Comunidad Europea y de la prensa nacional e internacional, es un signo del interés que existe en que este diálogo lleve a buen puerto la nave del país. El pueblo de Honduras tiene puestas muchas esperanzas en este diálogo nacional, las cuales no pueden quedar frustradas pues nos llevaría a una decepción grande y a una creciente tensión personal y social.

7 - En este clima de diálogo que debe ser respetuoso y comprensivo cualquier forma de violencia, de palabra o de obra, sería perjudicial y atentaría contra las actitudes que lo favorecen, y llevaría a la perdida de credibilidad de quien la provoque.

8 - Creemos que el diálogo establecido no se reduce a una técnica de solución de conflictos sino que tiene una dimensión ética, pues su ejercicio implica actitudes morales y está al servicio de lo que es bueno, justo y verdadero para nuestro pueblo. En consecuencia, los que se sientan a "la mesa del diálogo" tienen una grave responsabilidad ante Dios y ante la sociedad, que no deben olvidar ni subestimar.

9 - Somos conscientes de que un acuerdo político no es la solución total a los graves problemas que aquejan a Honduras, pero por lo menos situaría al país en las condiciones institucionales aptas para afrontarlos, en el marco de un plan conjunto, con la participación de todos según el criterio de subsidiariedad y con un nuevo estilo de gestión política que "ponga el bien común como el principal imperativo para la construcción de nuestra sociedad" (Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal de Honduras, "Por los caminos de la esperanza" nº 15, marzo 2006).

10 - Estamos orando con insistencia y confianza para que Dios nos conceda a todos, y en especial a los responsables de este diálogo, sabiduría, capacidad de escucha, sensibilidad social y espíritu de discernimiento. Sabemos que muchas otras personas están orando por esta intención. Invitamos a los fieles católicos y a todos los creyentes a intensificar esta oración para que Dios nos conceda tiempos de convivencia pacífica, justicia social y desarrollo solidario.

Tegucigalpa, 8 de Octubre de 2009

Firman el arzobispo y obispos del país

Permalink: http://www.zenit.org/article-32812?l=spanish


Monday, October 5, 2009

Comunicado de los domínicos hondureños

Otro comunicado de los domínicos hondureños, del 22 de septiembre de 2009, se puede encontrar acá.

Thursday, October 1, 2009

Declaratoria de Cáritas Nacional de Honduras

Declaratoria sobre el estado de sitio en Honduras

“BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ,
PORQUE SERÁN RECONOCIDOS COMO HIJOS DE DIOS” (Mateo 5, 9)

1. Movidos por la fe en Jesucristo fuente de justicia, verdad, fraternidad, paz y vida, Cáritas de Honduras manifiesta su profunda preocupación y consternación ante el rumbo que está adquiriendo la situación del país, que aflige y atemoriza todavía más a grandes sectores de la población; por eso, nos unimos a las diferentes voces que se han manifestado en esta coyuntura y expresamos nuestro anhelo para que juntos construyamos una nación en paz, tranquilidad y libertad.

2. La situación de crisis que vivimos en el país desde antes del 28 de junio y profundizada a partir de esa fecha, se ha agudizado cada vez más hasta llegar a la toma de medidas extremas de parte de quienes hoy están al frente de la nación, como la declaratoria de un estado de sitio por 45 días, hecho que consideramos desproporcionado en su fuerza impositiva, ilegítimo y un obstáculo en el camino al diálogo, porque lesiona los derechos fundamentales de la persona, como la libertad de expresión, reunión, asociación, circulación normal, derechos y garantías contenidos en los artículos 69, 72, 78, 81 y 84 de la Constitución de la República.

3. Nos preocupa sobre manera que en aras de mantener una pretendida paz social, se haya lesionado la vida e integridad física de tantas personas que han participado en las marchas de la resistencia. Rechazamos las amenazas de muerte recibidas por el Padre Ismael Moreno s.j. y el boicot a las trasmisiones de Radio Progreso en la diócesis de Yoro, Radio Santa Rosa en Copán y otros medios de comunicación.

4. Es urgente revertir cuanto antes esta medida que afecta, coarta las libertades de todas las personas que habitamos en Honduras, aumenta las tensiones, el miedo y la agresividad en la población sin ayudar a solucionar el problema real del país.

5. Hacemos un llamado al diálogo franco y veraz que involucre a todos los sectores sin excluir a nadie, para que acompañado de una reflexión madura busquemos juntos los espacios que nos lleven a consensos, desechando toda imposición de posiciones políticas e intereses personales o de grupo, y que por una sola vez pensemos en el bien común de este país.

6. Creemos que el plan de vida que Dios tiene para todos nos compromete como ciudadanos en la construcción de una nación en donde se fomente la convivencia fraterna, respetuosa y digna. Creemos también que solamente con el ejercicio responsable de la libertad podemos trabajar por la defensa y seguridad de la vida como derecho y deber de todos. Por ello, manifestamos nuestro llamado de urgencia y nuestro apoyo a la búsqueda impostergable de reconciliación y paz social en el marco genuino de un Estado de Derecho que todos deseamos se concretice en el país.

7. Anhelando y trabajando por una sociedad edificada en la justicia, la verdad, la fraternidad y el respeto a la vida, podremos alcanzar para este país la paz, la tranquilidad y la libertad.

Tegucigalpa, 30 de septiembre de 2009.

PASTORAL SOCIAL-CÁRITAS DE HONDURAS

Thursday, September 24, 2009

COMUNICADO DE LA DIÓCESIS DE SANTA ROSA DE COPÁN

1.El presbiterio de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, siempre fiel a los valores del Reino de Dios y al pueblo que se nos ha encomendado apacentar, iluminados por la Palabra de Dios y el Magisterio eclesiástico, hemos analizado el fenómeno del Golpe de Estado y después de maduro examen , queremos compartir nuestras reflexiones al respecto.

2. Rechazamos el golpe de Estado porque viola la constitución de la República, principalmente los art. 3, 71, 72, 84 y 102, coarta las garantías constitucionales, enfrenta las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional con el pueblo humilde, obliga al pueblo a la insurrección ( cfr. Const. Art 3 ) causa inestabilidad e intranquilidad en la ciudadanía y ha enlutado muchas familias con los homicidios, heridos y golpeados cuyo número aumenta cada día.

3. El grupo de familias, sumamente enriquecidas, con empresas que viven de los proyectos que el Estado financia, con los impuestos que paga la ciudadanía y el dinero que viene de países amigos, debería decir al pueblo hondureño, las causas y razones que las indujeron a dar el golpe de Estado al Gobierno de José Manuel Zelaya Rosales o que desautoricen al Gobierno usurpador( Cfr. Const. Art 3).

4. Creemos que ningún bien material vale la vida de tantas personas que por órdenes de Roberto Michelletti Baín, del Jefe de Estado Mayor Conjunto, General Romeo Vásquez Velásquez, el ministro de Seguridad Jorge Alberto Rodas Gamero, del asesor Billy Joya y ejecutadas por malos agentes de la Policía Nacional, se han producido en el intento de impedir manifestaciones del pueblo.

5. Recordamos a todos los ciudadanos, que nadie debe obediencia a un gobierno usurpador y que nadie debe obedecer a una orden de matar personas.(cfr. Const. Art 3..)

6.Responsabilizamos al Señor Roberto Michelletti Baín, al actual Congreso Nacional y a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia por todos los daños que sobrevengan a personas y bienes después de este Golpe de Estado.

7. Como ordenados presbíteros, nos solidarizamos con nuestro hermano en el sacerdocio ministerial, el Padre Andrés Tamayo, defensor de nuestros bosques y profeta de estos tiempos, reclamando que la Iglesia Católica no debe amparar al grupo económicamente rico sino a los pobres.

8. El Golpe de Estado es fruto de la injusta distribución de la riqueza, que genera en Honduras profundas desigualdades, en la alimentación, en el trabajo, la educación, la salud, la posibilidad de expresión y la participación ciudadana, ya que el 80% de nuestro pueblo empobrecido, es nuevamente víctima de un juegos de poderes, donde quiere imponerse, la soberbia de los más adinerados.

9. Interpelados por el clamor de muchos hermanos católicos y no católicos, que esperan de nosotros una palabra profética, en defensa de la verdad y la justicia, iluminando desde la fe, la circunstancias actuales y acompañando al pueblo en el sufrimiento de su lucha reivindicadora citamos las palabras de nuestro querido Papa Benedicto XVI: “ Desear el bien común y esforzarse por el, es exigencia de justicia y caridad. Trabajar por el bien común es cuidar, por un lado y utilizar, el conjunto de instituciones que estructuran jurídica civil, política y culturalmente la vida social”. (cf Caritas in veritate n. 7) Las palabras de Nuestro Señor Jesucristo consuelan al sufrido pueblo.
“Bienaventurados los pobres por que de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia por que ellos serán saciados.”(Cfr Mt 5,6).

10.Este Golpe de Estado ha sido la oportunidad para solicitar la ayuda de todos los países de la Organización de las Naciones Unidas; porque todos los países del mundo se han dado cuenta de la manera como se administraba y gobernaba Honduras y de cómo se usaban las ayudas económicas que ellos aportaban para el desarrollo social y humano de nuestro país. Lanzamos un S.O.S. a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. No abandonen a cinco millones de pobres y a dos millones y medio de hondureños indigentes, oprimidos hoy, por una dictadura militar con la cual han cerrado filas los traidores a la patria.

11. Agradecemos al Brasil, por asilar diplomáticamente al presidente de Honduras José Manuel Zelaya Rosales.

12. Tratándose de nuestra patria, no descansaremos hasta que se restablezca el orden constitucional interrumpido por el Golpe de Estado. Con la Palabra de Dios,la enseñanza, la convivencia, la oración y sobre todo con la celebración de la Santa Misa, esperamos vencer (cfr. Hech. 2,42-47).

13. No tenemos enemigos, si alguien nos adversa, es por odio a la religión católica, a la cual pertenece la inmensa mayoría del occidente de Honduras.

14. La pertenencia a un partido político, no debe estar por encima de la pertenencia a la Iglesia, siempre que se trate de defender a la gente pobre en contra de la injusticia social.

15. Les Comunicamos lo que nos dice el papa Benedicto XVI, sobre la teología que debemos profesar en lo socio económico-político “ La doctrina social de la Iglesia, responde a esta dinámica de caridad, recibida y ofrecida. Es “CARITAS IN VERITATE IN RE SOCIALI”, anuncio de la verdad del amor de Cristo en la sociedad. Dicha doctrina es servicio de la caridad, pero en la verdad. La verdad preserva y expresa la fuerza liberadora de la caridad en los acontecimientos siempre nuevos de la historia. Es al mismo tiempo verdad de la fe y de la razón en la distinción y la sinergia a la vez de los dos ámbitos congnitivos. El dasarrollo, el bienestar social, una solución adecuada de los grandes problemas socioeconómicos que afligen a la humanidad, necesitan esta verdad. Y necesitan aún más que se estime y de testimonio de esta verdad. Sin verdad, sin confianza y amor por lo verdadero, no hay conciencia y responsabilidad social, y la actuación social se deja a merced de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos disgregadores sobre la sociedad tanto más en una sociedad en vías de globalización, en momentos difíciles como los actuales.” (Caritas in veritate n. 5).

16. Los exhortamos, a perseverar, en las comunidades eclesiales de base, para llevar a cabo la pastoral popular, que hemos emprendido en todas las parroquias.

17. Con el amparo poderoso de Nuestra Señora de Suyapa, Auxiliadora de los cristianos, estamos seguros, que ustedes vivirán libres de toda debilidad del cuerpo y alma.

18 Con la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, reciban también la nuestra. Sus hermanos y amigos del presbiterio de la diócesis de Santa Rosa de Copán, Honduras Centro América.

24 de Septiembre de 2009.

Saturday, August 29, 2009

Comunicado de los franciscanos (ofm) en Honduras

Nuestro sentir y pensar como frailes menores franciscanos (ofm) en Honduras

Con sentimientos de preocupación y a la vez de esperanza, nos dirigimos a ustedes, pueblo noble, trabajador, humilde y profundo en su fe, que vive su compromiso con el Dios de la vida, en la realidad hondureña.

Nos preocupa lo acontecido el día 28 de junio del 2009, que rompió con el orden constitucional y que ha generado consecuencias negativas que afectan profundamente al pueblo hondureño:
  1. La polarización política e ideológica, que está dividiendo las familias y las comunidades, que en muchos casos desemboca en violencia.
  2. El desgaste económico y social en el que estamos y que está generando mayor empobrecimiento.
  3. La violación de derecho humanos a saber: La violación a la libertad de expresión y movilización, el uso excesivo de la fuerza y represión por parte de las instituciones de seguridad de estado hacia los manifestantes en oposición al golpe de estado; La incursión y exceso de fuerza por parte de los elementos de seguridad estatal en la Universidad Autónoma de Honduras; La represión directa hacia algunos medios de comunicación; La prolongación del toque de queda, especialmente en las zonas fronterizas con Nicaragua; La militarización de algunas ciudades; el acoso y falta de garantías para algunos líderes que están del movimiento social.
  4. El evidente deterioro de la salud del pueblo hondureño
  5. El irrespeto y calumnias hacia persona públicas.
  6. La vulnerabilidad de los niños, las niñas y adolescentes, al no recibir clases de manera sistemática.
  7. Las amenazas al Cardenal Oscar Rodríguez.
  8. La persecución a algunos sacerdotes de la Iglesia Católica que apoyan al pueblo organizado
  9. La desinformación, manipulación y calumnias emitidas por los medios de comunicación, que en lugar de aportar a la opinión pública, agudizan la polarización y el conflicto.
  10. La violencia que se ha generado en algunas manifestaciones.
Como frailes menores franciscanos (ofm), que acompañamos al pueblo hondureño, presentes en diferentes diócesis, queremos intensificar nuestro compromiso por la reconciliación, la justicia y la paz:
  1. Promover acciones que lleven a fortalecer la reconciliación en la familia y la comunidad.
  2. Apoyo y acompañamiento a las acciones que propicien el dialogo para la reconstrucción social
  3. Exhortar a la apertura en la diversidad de pensamiento y tolerancia ideológica.
  4. Fortalecer la formación de la Conciencia Crítica y solidaridad social.
  5. Impulsar la formación y espiritualidad la Justicia, Paz e Integridad de la creación.
  6. Apoyamos las iniciativas nacionales e internacionales que favorecen la restitución de la democracia y estado de derecho en Honduras.
  7. Promover a la divulgación de los informes de los Organismos internacionales garantes de la Democracia, Derechos Humanos y desarrollo social.
  8. A motivar y mantener la esperanza, creyendo en “Un cielo nuevo y una tierra nueva” (Apoc. 21, 1), donde surgen hombres y mujeres gestores de una sociedad solidaria, participativa, y comprometida por el bien común y de la calidad de vida de las mayorías empobrecidas.
Concluimos con la bendición de San Francisco de Asís a todos los hombres y mujeres de buena voluntad:

“El Señor les bendiga y les guarde,
Les muestre su Rostro y tenga misericordia de ustedes,
Les mire benignamente y les conceda su paz,
El Señor les bendiga hermanos”

Amen

Monday, August 24, 2009

Carta Pastoral 2006 de los obispos hondureños

Esta carta pastoral de los obispos hondureños ofrece un contexto para el crisis actual. Fue escrito en 2006 después de las elecciones del presidente y el congreso. (He omitido las notas.)

“POR LOS CAMINOS DE LA ESPERANZA”

CARTA PASTORAL DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE HONDURAS

A LOS GOBERNANTES HONDUREÑOS,
A LOS PARTIDOS POLÍTICOS,
Y A TODOS LOS MIEMBROS DE LA SOCIEDAD CIVIL,
SOBRE LA SITUACIÓN SOCIAL DEL PAÍS
Tegucigalpa, M.D.C., 1 de Marzo de 2006.


I. INTRODUCCIÓN.

Queridos hermanos y hermanas:

1.- Nosotros, Obispos de la Iglesia Católica, conscientes de nuestra misión de anunciar el Evangelio en este especial periodo de la historia de nuestro país, queremos compartir con todos nuestros hermanos y hermanas y especialmente con las nuevas autoridades algunas reflexiones sobre el rumbo del país; manifestar nuestra solidaridad con las preocupaciones, problemas y angustias del pueblo y brindar nuestro apoyo a todos aquellos que dedican su tiempo, capacidades y esfuerzos para alcanzar un desarrollo humano integral y sostenible, que sea logro y promesa de la civilización del amor.

2.- Son muchas las desilusiones que se van incubando en el alma de nuestro pueblo; situación muy peligrosa porque aumentan paulatinamente las frustraciones individuales y colectivas que impiden una verdadera solución de los problemas por caminos pacíficos y generan reacciones violentas. Por nuestra parte asumimos como compromiso seguir acompañando a nuestro pueblo con palabras de consuelo, levantando la esperanza y realizando obras de amor liberador.

3.- Nuestra condición de discípulos representantes de Cristo nos exige vivir el Evangelio de Jesús sin desligarnos de la realidad en la que estamos inmersos. “No podemos sentirnos tranquilos y satisfechos ante la situación caótica y desconcertante que se presenta ante nuestros ojos: naciones, sectores de población, familias e individuos cada vez más ricos y privilegiados frente a pueblos, familias y multitud de personas sumidas en la pobreza, víctimas del hambre y de las enfermedades, carentes de vivienda digna, de servicios sanitarios, de acceso a la cultura. Todo ello es testimonio elocuente de un desorden real y de una injusticia institucionalizada”. Estos son los sentimientos que nos animan a compartir nuestras reflexiones con los gobernantes, con los partidos políticos y con todo el pueblo hondureño.

4.- Nuestra exhortación en el campo de las realidades humanas no tiene carácter político ni parte de criterios técnicos, sino de una visión pastoral iluminada por el Evangelio de la Vida. Ofrecemos lo que nos es propio, Jesucristo, el Salvador, cuyas palabras tienen valor eterno y su programa de vida tiene las motivaciones y orientaciones necesarias para ir construyendo una Honduras verdaderamente justa, pacífica y solidaria.

5.- Exhortamos al nuevo Gobierno a tomar verdaderamente en serio las preocupaciones, los principios y líneas de acción expresadas en esta Carta Pastoral, de modo que su quehacer administrativo esté inspirado por la ética del bien común para levantar a este país y hacer de él una nación digna, justa y equitativa.

6.- Esperamos que los partidos políticos se sientan motivados por nuestras palabras para ejercer sus funciones al interior de la sociedad como un servicio al bien común y no buscando sus propios intereses o de pequeños grupos de poder.

7.- Igualmente, confiamos en que la lectura y la reflexión de este documento puedan servir de inspiración y apoyo a los movimientos y organizaciones de la sociedad civil en sus iniciativas y esfuerzos por una convivencia social más libre, justa y participativa, “en la que los diversos grupos de ciudadanos se asocian y se movilizan para elaborar y expresar sus orientaciones, para hacer frente a sus necesidades fundamentales y para defender sus legítimos intereses”.


II. UNA REALIDAD QUE NOS DUELE Y CUESTIONA

1. Una mirada a nuestra historia
8.- Esta Carta Pastoral “Por los Caminos de la Esperanza” invita a mirar con atención nuestra historia. Es preciso aprender de los aciertos y errores del pasado para reconocer los pecados sociales que se han cometido en el curso de la historia a fin de no repetirlos. No reconocerse herederos del pasado nos condena a cometer indefinidamente los mismos errores. Un buen político no desconoce ni olvida la historia sino que, desde este patrimonio común, pone todo su empeño en la construcción de la patria que sueña y desea.

2. Una mirada a nuestro presente
9.- Los nuevos dirigentes del país no pueden construir una nación justa si no son capaces primero de dirigir una mirada profunda a la realidad actual de nuestro pueblo. En nuestra experiencia cotidiana vamos recogiendo el lamento y los anhelos de justicia, trabajo, alimento, educación y salud de los pobres. Cuando recorremos barrios, aldeas y montañas constatamos la profundidad de esta situación de pobreza y miseria. La estabilidad macroeconómica no puede hacernos olvidar ni ocultar esta realidad que los distintos organismos internacionales y el mismo gobierno expresan o muestran en cifras alarmantes.

3. Puntos críticos de nuestra realidad
10.- La eliminación de la pobreza y el desarrollo de nuestro pueblo encuentran obstáculos que parecen insalvables, como son:
la inequidad en la generación y en la distribución de la riqueza;
la baja calidad e insuficiente cobertura de la educación;
la deficiente atención de los servicios de salud;
la explotación irracional y el aprovechamiento ilícito de los recursos naturales;
la corrupción generalizada;
el robo de los bienes del Estado;
el olvido del bien común, de la justicia, de la solidaridad y la pérdida del valor sagrado de la vida.
Todos ellos no sólo causan un continuo empobrecimiento de nuestra población, sino que producen un flujo constante de hondureños hacia el exterior en busca de mejores condiciones de vida.

4. Una sociedad con debilidad institucional
11.- La construcción de una nación fuerte exige el fortalecimiento de las instituciones del Estado. Estas se debilitan por el populismo y la politización de las mismas; por los altos índices de corrupción que provocan la incredulidad y permanente desconfianza de la población hacia las instituciones y las personas que las dirigen; por la impunidad que debilita todo Estado de derecho, colocando la ley al servicio de intereses privados y quitándole su principal cometido que consiste en garantizar y asegurar la convivencia en la comunidad local, regional y nacional; por la violencia física que aumenta la inseguridad de la población y demuestra que la vida no es valorada ni respetada.

5. El mal crónico de nuestra sociedad es fruto de nuestros pecados
12.- ¿De dónde viene tanto mal, tanta pobreza, tanta miseria? Ciertamente no es porque Dios lo quiera sino porque en la sociedad se han entronizado grupos de poder económico y político que, junto a la actitud fatalista y la desidia crónica de muchos y a la presión de intereses económicos internacionales, ocasionan una miseria escandalosa en nuestro país. Como bien decían nuestros hermanos obispos en Puebla: “Hay un mecanismo que, por encontrarse impregnado no de un auténtico humanismo sino de materialismo, produce a nivel internacional ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres”. Existe no solamente una deuda social sino una responsabilidad colectiva en la permanencia de estas condiciones de vida, responsabilidad mayor en quienes por muchos años han asumido cargos públicos.

13.- Una mirada atenta al pasado y al presente de nuestro país nos indicará el rumbo que hemos de seguir para alcanzar un desarrollo humano, integral y sostenible. Esta contemplación, realista y esperanzada, se sabe iluminada y confortada por Dios, que es amor, garante y meta del futuro de la humanidad, que nos enseña a mirar de frente los hechos, para conocerlos y comprenderlos, discernirlos e interpretarlos y buscar las mejores respuestas a los retos que nos plantea.


III. CRITERIOS ÉTICOS PARA UNA SOCIEDAD JUSTA Y PACÍFICA

14.- Consideramos que nuestro país, además de los marcos jurídicos, debe cultivar y practicar aquellos principios fundamentales que son la base de toda convivencia política, las líneas orientadores del desarrollo y los criterios de un buen gobierno. Tales principios son: el bien común, la dignidad de la persona humana, la justicia, la verdad, la libertad, la solidaridad y la subsidiariedad.

1. El bien común

15.- El bien común es el principal imperativo para la construcción de nuestra sociedad; hacia él deben tender todos los esfuerzos de los funcionarios y de las políticas públicas. Este principio debe ser el paradigma que oriente el actuar de cualquier dirigente político que sea coherente y de cualquier miembro de la sociedad que vive responsablemente en ella. “Una política para la persona y para la sociedad encuentra su criterio básico en la consecución del bien común como bien de todos los hombres y de todo el hombre”. Cuando este espíritu anime las relaciones sociales, desaparecerán las desigualdades económicas, políticas y sociales.

16.- Para nosotros, Pastores de esta Iglesia que peregrina en Honduras, el bien común es el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, mujeres, familias o asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su realización personal y comunitaria. No se trata de lograr lo mínimo o solamente las necesidades básicas, más bien se quiere alcanzar la perfección de toda la sociedad, por el ejercicio pleno de todos los derechos y deberes humanos.

17.- “Toda convivencia humana tiene que fundarse en el bien común, consistente en la realización cada vez más fraterna de la común dignidad, lo cual exige no instrumentalizar a unos a favor de otros y estar dispuestos aún a prescindir de los bienes particulares”. Esto compromete a los poderes públicos a reconocer, tutelar y promover los derechos humanos y facilitar el cumplimiento de los respectivos deberes que conlleva.

18.- La búsqueda del bien común es responsabilidad de todos los ciudadanos y una exigencia de fe para los cristianos, puesto que tiene su fundamento en el mandamiento nuevo del amor (Juan 13,34; 1 Juan 3,11). Este es el compromiso que asumimos los cristianos de Honduras al igual que lo hace la Iglesia de todo el Continente Americano.

2. La dignidad de la persona humana

19.- La dignidad de la persona humana es la fuente y el fundamento de todos los demás principios y razón de ser del bien común y del respeto por los derechos humanos. En la construcción de una nueva sociedad, “el principio, el sujeto y fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana”, imagen de Dios, ser único e irrepetible, abierto a la trascendencia, en comunión con los demás y con un proyecto propio de vida.

20.- Es enseñanza común de la Iglesia que “de la dignidad del hombre en cuanto hijo de Dios nacen los derechos humanos. Por esta razón, todo atropello a la dignidad del hombre es atropello al mismo Dios, de quien es imagen”.

21.- El respeto a la vida humana, en todas las fases de su existencia, es un derecho natural, inviolable y universal, por lo tanto anterior y superior a la sociedad civil y al Estado. “El servicio de la caridad a la vida debe ser profundamente unitario… por tanto, se trata de hacerse cargo de toda la vida y de la vida de todos”. Aquí radica una ética coherente de la vida que dice no al aborto, no a la eutanasia, no a la guerra, no a la pena de muerte y no a la pobreza y a sus consecuencias.

22.- El Estado no puede negar, abolir o impedir el ejercicio de los derechos fundamentales de la persona sino que tiene la obligación de respetarlos, promoverlos y garantizar su tutela jurídica. La columna vertebral de todo esfuerzo por construir este país debe partir de la plena vigencia de los derechos humanos y se debe expresar en el respeto de todos los derechos y de todas las personas; así como en el rechazo decidido de las diversas violaciones a los mismos.

3. La justicia

23.- La justicia nos lleva a reconocer a los demás como sujetos de derechos y deberes y a crear las condiciones económicas, sociales y políticas adecuadas para que nuestro mundo garantice con mayor equidad el derecho a vivir de acuerdo con la dignidad de personas que Dios mismo nos ha concedido.

24.- En la Sagrada Escritura, la justicia está relacionada con la fidelidad de Dios, con su misericordia y su amor compasivo hacia los pobres. Él es quien “hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos” (Salmo 146,7), “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes” (Lucas, 1,52). Él es quien nos exhorta vivamente a practicar la justicia y el derecho, a defender a los pobres y oprimidos (Isaías, 5,8-10 y 23) y proclama dichosos a los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados (Mateo 5,6).

25.- Según la tradición cristiana, recogida en la Doctrina Social de la Iglesia, la práctica de la justicia abarca las siguientes dimensiones:
- A nivel individual, que todas las personas tengan acceso a los medios
que satisfacen las necesidades básicas (trabajo, educación, pro-piedad, atención sanitaria) y que nadie sea excluido de los bienes y logros sociales.
- A nivel colectivo, que los convenios e intercambios entre los individuos, grupos y naciones se hagan equitativa y honradamente y no desde el dominio e imposición del más fuerte.
- A nivel público, que todas las personas tengan las posibilidades de participar en la construcción de una sociedad cuyos miembros lleven una vida verdaderamente humana. Por tanto, los gobiernos han de garantizar un orden social que permita y asegure esta participación.

26.- Por ello, es un pecado social todo lo que atenta contra la justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad y las comunidades y naciones entre sí.

4. La verdad

27.- La verdad es uno de los pilares para construir una sociedad diferente en forma ordenada y pacífica. La Iglesia profesa que en Jesucristo se ha manifestado plenamente la verdad sobre Dios y la verdad sobre el hombre mismo. Quién cree en Él no permanece en las tinieblas del error y de la mentira sino que conoce la verdad y camina en la verdad.

28.- Todas las personas, en cuanto dotadas de inteligencia y libre voluntad, y, por ello, de responsabilidad personal, nos sentimos motivadas a buscar la verdad y estamos obligadas a adherirnos a ella una vez que la hemos conocido y a ordenar la vida según sus exigencias.

29.- Son exigencias de la verdad en la vida social, entre otras, la transparencia en todo nivel, la imparcialidad en la aplicación de la justicia, la honestidad en la información, el respeto a la reputación de las personas, las propuestas políticas no demagógicas y el cumplimiento de los compromisos contraídos.

30.- Cuando la verdad subyace en las relaciones sociales surge la credibilidad en las instituciones, aparece la transparencia y la confianza en el Estado y en sus gobernantes, los ciudadanos se sienten orgullosos de su país y dedican sus energías a engrandecerlo. En cambio, cuando el pueblo se siente engañado, burlado y utilizado, como sucede con mucha frecuencia, se vuelve desconfiado de las personas y de las instituciones públicas. Esto explica en cierto modo el alto nivel de abstencionismo en los comicios y la escasa participación cívica.

5. La libertad

31.- La libertad es una aptitud profunda para orientar nuestros actos hacia el bien. Ella posibilita a todo ser humano desarrollar las capacidades que le ayudan a crecer en humanidad, por consiguiente a desarrollarse como persona. “Cristo nos liberó para ser libres, manténgase pues firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud” (Gálatas 5, 1).

32.- Percibimos que el Espíritu de Dios va animando desde dentro a la humanidad, pues cada día son más numerosas las personas que rechazan ser tratadas como objeto y quieren ser sujetos activos, individual y organizadamente, de su historia personal y colectiva, de las orientaciones y decisiones que las afectan, del modelo de sociedad que se está construyendo. Por eso, demandan una nueva concepción de la sociedad, del Estado y de la autoridad. Los viejos modelos de caudillismo político, presidencialismo y nepotismo deben dar paso a la presencia de una sociedad civil que pide su lugar y quiere tomar sus propias decisiones.

33.- No hay libertad plena sin liberación de lo que ofende y oprime la dignidad de la persona humana. En consecuencia, la participación de todos en la construcción de una vida social humana implica el compromiso por la liberación de toda forma de exclusión social, de injusticia, de explotación y de violencia, para alcanzar el desarrollo integral de toda la persona y de todas las personas.

6. La solidaridad

34.- La solidaridad es condición indispensable para lograr el bien común. Según la enseñanza de la Iglesia “la solidaridad nos ayuda a ver al otro –persona, pueblo o nación- no como un instrumento cualquiera para explotar a poco coste su capacidad de trabajo y resistencia física abandonándolo cuando ya no sirve, sino como un “semejante” nuestro”.

35.- En la Biblia, la solidaridad se refiere ante todo a la relación de Dios con el hombre. La historia de la salvación es la revelación progresiva que Dios hace de sí mismo a los hombres como un Dios solidario, que entra en su vida hasta compartirla plenamente en Jesús de Nazaret (Juan 1,14). La experiencia de comunión con Dios que tiene el creyente es la que le impulsa a vivir la solidaridad con los hermanos, a tener con los demás los mismos sentimientos y comportamientos que Dios tiene con él.

36.- La parábola de Lázaro y el Rico Epulón manifiesta con profundidad y claridad la voluntad divina (Lucas 16, 19-31). Dios no quiere que vivamos en la pobreza, ni condena la riqueza por si misma sino que rechaza la falta de solidaridad y de sentido social en el uso de los bienes de la creación. La mesa de la creación es común a toda la humanidad. Nadie puede acapararla ignorando la situación de los pobres. El abismo creado entre un sector que nada en la riqueza y otro sector que vive en la miseria, sin posibilidades de establecer puentes de solidaridad, es un pecado que clama al cielo.

37.- A pesar de que hoy se habla tanto de solidaridad, los humillados y excluidos siguen siendo incontables y cada día somos testigos del crecimiento acelerado del egoísmo de personas, grupos y naciones. “Nuestra mejor respuesta, desde el Evangelio, a esta dramática situación es la promoción de la solidaridad y de la paz, que hagan efectivamente realidad la justicia”. Frente a la globalización del mercado propugnamos con el Papa Juan Pablo II “la globalización de la solidaridad”, entendida ésta “no como un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas, sino como la determinación firme y perseverante de empeñarse en el bien común”.

7. La subsidiariedad

38.- En las actuales circunstancias se dan diversas tendencias en la concepción del Estado. En algunos casos, se pretende reducirlo al mínimo, dejando todo a la iniciativa privada. En otros casos, se tiende a fortalecer el Estado para que proteja a los grupos de poder; y no falta quienes quieren que asuma toda la responsabilidad en el bienestar de la población, anulando la iniciativa de las personas y de los diversos grupos y asociaciones en que se articula la sociedad.

39.- Para evitar estos excesos la Doctrina Social de la Iglesia ha desarrollado constantemente el principio de subsidiariedad, según el cual “una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida de un grupo social de orden inferior, privándola de sus competencias sino que más bien debe sostenerla en caso de necesidad y ayudarla a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al bien común”.

40.- Con este principio contrastan las formas de centralismo, burocratización y asistencialismo por parte del Estado y las formas de indiferencia, dependencia y abdicación de responsabilidades en la vida social por parte de los ciudadanos.

41.- “A la actuación del principio de subsidiariedad corresponde: el respeto y la promoción efectiva del primado de la persona y de la familia; la valoración de las asociaciones y de las organizaciones intermedias; el impulso ofrecido a la iniciativa privada, a fin de que cada organismo social permanezca, con sus propias peculiaridades, al servicio del bien común; la descentralización burocrática y administrativa; el equilibrio entre la esfera pública y privada, con el consiguiente reconocimiento de la función social del sector privado; una adecuada responsabilización del ciudadano para ser parte activa de la realidad política y social del país”.


IV. PRIORIDADES PARA UN FUTURO DIFERENTE.

42.- Reconocer nuestro pasado, mirar con lucidez el presente y asimilar nuevos principios nos capacita y anima a proponer nuevas líneas de acción para un futuro diferente. Invitamos a todos los actores de la sociedad: el gobierno, las fuerzas armadas, los partidos políticos, los profesionales, los gremios, los empresarios, los obreros, los campesinos, las mujeres, los indígenas, las organizaciones no gubernamentales y, especialmente a los jóvenes, para que en diálogo respetuoso y veraz nos unamos y sentemos las bases para construir un país diferente, asumiendo las siguientes prioridades:

1. Erradicar la pobreza
43.- El país debe pedir y apoyar como política prioritaria del Estado la erradicación de la pobreza. Las políticas y la inversión social deben ir en consonancia para que la población tenga acceso a los servicios básicos: vivienda, salud, educación y, sobre todo, empleo. La inversión social debe ser una forma concreta de redistribuir la riqueza nacional, sustentada en impuestos justos y equitativos. No se puede tolerar que los que más tienen sean los que menos aportan al erario nacional; tampoco podemos seguir aceptando como normal que nuestro pueblo siga viviendo en condiciones de pobreza y hasta de indigencia.

2. Impulsar una economía social
44.- Corresponde al Estado establecer políticas y emprender acciones precisas para fortalecer la economía solidaria, verdadera alternativa para disminuir el desempleo, mejorar el nivel de ingresos y garantizar la cobertura de las necesidades básicas. Esta ha sido y sigue siendo una verdadera forma de ir superando la pobreza por parte de la población pobre y humilde. Así lo demuestran diversas experiencias en microempresas, cooperativas, redes solidarias, etc. Por consiguiente, es necesario un programa de incentivos en este campo con asistencia técnica, crediticia y tecnológica.

3. Resolver la cuestión agraria
45.- En este orden, es urgente, replantear la cuestión agraria, rescatar el mundo rural como generador de empleo, de alimentos, de vida, de dignidad para las personas. Esto implica la revisión del uso y tenencia de la tierra y de las políticas agrarias, de modo que impulsen procesos de desarrollo agrícola. El campo debe ser una de las principales fuentes de riqueza. Ahí está una gran mayoría de la población, pero también la mayor pobreza y abandono. Sin inversión productiva, sin conocimientos tecnológicos, sin seguridad en la tenencia de la tierra, ni garantías en la comercialización, difícilmente lograremos erradicar la pobreza y evitar la migración del campo a la ciudad y hacia fuera del país.

4. Lograr un desarrollo económico equitativo
46.- Fomentar un desarrollo económico equitativo es una de las responsabilidades del Estado. A él corresponde animar, estimular, coordinar y, si fuese necesario, suplir la libre iniciativa económica, tanto de los ciudadanos como de los cuerpos intermedios en aras del bien común. Es obligación del Estado garantizar esa seguridad legal, establecer reglas claras de inversión, de manera que quien trabaja y produce pueda gozar de los frutos de su trabajo y, por tanto, se sienta estimulado a realizarlo eficiente y honestamente. También se deben establecer relaciones justas en el comercio con todos los países que se pueda para generar crecimiento económico y desarrollo para todos los habitantes.

5. Superar el déficit educativo
47.- La cuestión educativa es tarea de primer orden en la lucha contra la pobreza. Es inaplazable alcanzar la calidad y la eficiencia en nuestro sistema educativo, educar para la responsabilidad, el servicio y el trabajo bien hecho, desarrollar las actitudes de solidaridad y las disposiciones para el bien común y elevar la autoestima y la capacidad analítica y crítica. El propósito de la educación es la formación de la persona humana en orden a su fin último y al bien de las sociedades de las que el hombre es miembro y en cuyas responsabilidades participará cuando llegue a ser adulto. Los padres de familia, el Estado y los maestros son los principales responsables de alcanzar resultados satisfactorios.

6. Mejorar los servicios de salud para todos
48.- El Estado ha de ser consciente del derecho de todos los hondureños a una vida saludable y, por tanto, de la responsabilidad que tiene de ofrecer a todos los servicios que promueven la salud, la cuidan y ayudan a recuperarla cuando se ha perdido. El actual gobierno tendrá que formular y ejecutar aquellas políticas de salud que presten atención prioritaria a los que actualmente están más abandonados. El presupuesto nacional debe asignar las cantidades requeridas para ir logrando este objetivo y los responsables deben hacer un uso recto y transparente de estas asignaciones.

49.- Para que la persona y la comunidad sean promotoras de una vida saludable, es importante implementar programas de formación de los individuos y de las comunidades locales en el conocimiento y en la prevención de las enfermedades, en el uso de los medios y en el cuidado de los ambientes que favorecen una vida sana.

50.- Los agentes sanitarios, médicos, enfermeras y personal administrativo de los centros de salud deben esmerarse en un trato atento, humano y personalizado de los enfermos.

7. Consolidar la democracia
51.- La consolidación de la democracia es tarea de todos, especialmente de los partidos políticos. Son necesarias nuevas reformas y prácticas participativas. Debemos terminar lo más pronto posible con la politización de los entes estatales que utilizan la democracia para intereses sectarios y el enriquecimiento personal. Esto constituye una deformación de lo político y es una negación de la misma democracia.

52.- La Conferencia Episcopal de Honduras hace suyas las palabras del Papa Juan Pablo II cuando afirma: “La Iglesia aprecia el sistema de la democracia en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica. Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana”. Más aún, “la Iglesia alaba y estima la labor de quienes, al servicio del hombre, se consagran al bien de la vida pública y aceptan las cargas de este oficio”.

53.- Signo positivo del proceso de consolidación de la democracia es la existencia de movimientos cívicos y organizaciones populares. Con sus planteamientos pueden contribuir a corregir la manera como las instituciones gubernamentales administran los recursos nacionales y ejercen el poder político, al mismo tiempo que defender los derechos e intereses del pueblo. Sin embargo, es necesario que estas fuerzas sociales no se corrompan con intereses particulares ni se politicen, de modo que puedan actuar siempre en defensa del bien común.

54.- Tanto el gobierno como los diversos sectores de la sociedad civil deben educarse para el consenso, la negociación, la propuesta pero también para la eficiencia a fin de que la defensa de los propios derechos no se convierta en violación de los derechos de los otros. El uso de la fuerza debe ser el último recurso, después de haber agotado todos los otros medios para la solución de los conflictos.

8. Consolidar la gobernabilidad del país
55.- Es responsabilidad de todos mantener la gobernabilidad del país, de manera que el pueblo hondureño pueda expresarse como sujeto de su propio destino, organizarse para encontrar alternativas a sus problemas y participar en la toma de decisiones, fiscalización, control y ejecución de los asuntos gubernamentales. No puede darse un cambio profundo y duradero si no participa en el mismo toda la población. Pero también es decisivo educarnos en el cumplimiento de las leyes, en el respeto a la autoridad pública y a la conducción del Estado. La anarquía no produce desarrollo sino caos y destrucción de la sociedad.

9. Transformar el sistema de justicia
56.- Es una imperiosa tarea recuperar la credibilidad, tanto a nivel nacional como internacional, mediante la correcta, transparente y ágil aplicación de la justicia. Se necesita realizar cambios profundos en las conciencias, en la legislación y en el ejercicio de la justicia.

57.- Además de otras tareas, es impostergable despolitizar el poder judicial y frenar el tráfico de influencias económicas para lograr su total independencia; establecer los procedimientos adecuados para la pronta aplicación equitativa de las distintas leyes; recuperar los valores morales, especialmente el amor a la verdad. Sin una disposición interior para pensar la verdad sin ceder a prejuicios o intereses, para decir la verdad sin deformaciones ni mentiras y para actuar la verdad en el amor (Efesios 4,15) sin parcialismos, no se puede ser justo ni administrar justicia.

10. Erradicar la corrupción
58.- La corrupción es como un cáncer que insensibiliza la conciencia moral, corroe la vida de la sociedad y de sus instituciones y hace crecer la desconfianza en la gestión pública. Las principales garantías contra la corrupción son el ejercicio de la justicia con transparencia, veracidad, apego a la ley, profesionalidad e independencia de cualquier tipo de poder; la institucionalización de la rendición de cuentas y el acceso a la información en las distintas áreas de la administración pública; y la formación moral de la conciencia, desde la infancia y juventud, en la familia y en la sociedad.

59.- Ésta es también una tarea de la Iglesia. Nos dice Juan Pablo II: “La Iglesia está llamada a dar su testimonio de Cristo, asumiendo posiciones valientes y proféticas ante la corrupción del poder político o económico, no buscando la gloria o bienes materiales; usando sus bienes para el servicio de los más pobres e imitando la sencillez de vida de Cristo”.

11. Garantizar la seguridad ciudadana
60.- Necesitamos una política de seguridad ciudadana enmarcada en el cuadro más amplio del desarrollo humano integral. Esta política solamente será acertada en sus propuestas y eficaz en sus resultados si parte de un diagnóstico de las múltiples causas de la violencia. Un plan nacional de seguridad no puede reducirse a la represión y al castigo penal del delito sino que debe desarrollar una serie de estrategias y acciones para la prevención del delito y para la rehabilitación y reinserción social del delincuente.

61.- La delincuencia juvenil tiene su raíz en el tremendo vacío de familia, en la falta de oportunidades de trabajo y de educación, que lleva a muchos jóvenes a adherirse a grupos que atentan contra la sociedad. Podemos prevenir y disminuir esta delincuencia aumentando la vigilancia en las calles, edificando centros de rehabilitación dirigidos por personas motivadas y capacitadas, consolidando la unidad familiar en el amor y creando esperanzas de una vida y un futuro valiosos por la educación y el trabajo.

62.- El crimen organizado y el narcotráfico están creciendo de manera alarmante y van dañando paulatinamente los cimientos de la sociedad con la violencia, los sobornos y el consumo de drogas. Es necesaria una política de Estado que afronte este gravísimo problema con valentía, con eficacia y con radicalidad.

63.- Una política integral de seguridad no puede olvidar la necesidad de renovar todo el sistema penitenciario, sus centros penales, su organización, su mentalidad y sus personas.

12. Proteger y racionalizar el uso de los recursos naturales
64.- La comunidad municipal y la comunidad nacional deben conservar, proteger y utilizar racionalmente los recursos naturales: tierra, agua, bosques y minas; ya que tenemos poblaciones afectadas por la falta de agua, la depredación del bosque y el mal uso de la tierra de que disponemos.

65.- Las explotaciones mineras deben dejar una mayor ganancia a Honduras y tutelar el equilibrio ecológico para el bien de las generaciones actuales y venideras. Para ello, es necesario reformar las leyes existentes o sustituirlas por otras más justas y adecuadas que tengan ante todo en consideración el bien común y no el enriquecimiento de unos pocos.

13. Fortalecer la identidad nacional
66.- La construcción del futuro depende en gran medida de la valoración que tengamos de nosotros mismos, personal y colectivamente. La identidad nacional se fortalece cuando poseemos un rico legado de recuerdos comunes y cuando soñamos y elaboramos un proyecto sugestivo de vida en común. Estos elementos son muy débiles en la mayoría de la población. Por eso necesitamos mantener viva la memoria de nuestro pasado, despertar las aspiraciones latentes en el pueblo, crecer en la estima y aprecio de nosotros mismos y creer en nuestras capacidades. Las escuelas, las universidades, las instituciones culturales y artísticas, el Ministerio de Cultura, Artes y Deporte y el Ministerio de Turismo tienen, entre otras, la responsabilidad de fortalecer la identidad nacional.

67.- Un Proyecto de Nación que logre entusiasmar y conjuntar el esfuerzo de toda la ciudadanía contribuirá en gran medida a formar esta identidad. Pero dicho proyecto solo será factible cuando exista una voluntad política de “consenso nacional”; cuando el bien común esté por encima de los intereses de partido; y cuando sea un proyecto concebido no sólo para los cuatro años de que dispone un gobierno sino para un futuro a mediano y largo plazo.

14. Favorecer una cultura de la responsabilidad
68.- Debemos empeñarnos en eliminar la pobreza por medio del trabajo decente, creador e imaginativo. Cristo, por su solidaridad con nosotros, nos hace capaces de vivificar nuestra actividad con el amor y de transformar nuestro trabajo y nuestra historia en gesto de alabanza a Dios y de servicio al prójimo. Por medio del trabajo, no sólo producimos los bienes necesarios para nuestra subsistencia sino que crecemos internamente al desarrollar las capacidades de las que hemos sido dotados.


V. EXHORTACIÓN FINAL

69.- La tarea que tenemos por delante es inmensa. Puede levantarse ante nosotros la tentación del desánimo. Pero no podemos sucumbir a ella pues nos llevaría a la apatía, al desinterés y a la inoperancia. Pongámonos en marcha “por los caminos de la esperanza”. La esperanza da sentido y dirección a la vida personal y colectiva, anima y fortalece el esfuerzo perseverante de cada día y crea solidaridad ya que el bien esperado es para todos.

70.- Las prioridades señaladas son urgentes y complejas. Sólo se alcanzarán en la medida en que el pueblo, el gobierno, los partidos políticos, las organizaciones sociales y profesionales y las ONGs pongamos nuestras energías al servicio del desarrollo humano integral de todos, como único camino para que prevalezca la cultura de la justicia, de la paz y de la vida. Nosotros ofrecemos nuestra oración y nuestra colaboración al pueblo y al gobierno para alcanzar las metas propuestas.

71.- Los cristianos hemos puesto la esperanza en Cristo (Efesios 1,12). El Señor Resucitado es la garantía, la fuerza y la meta de nuestra esperanza. Este entusiasmo hemos decido trasmitirlo a todos con la seguridad de que no seremos defraudados.


Tegucigalpa, M.D.C., 1 de Marzo de 2006.

Friday, August 21, 2009

Carta de solidaridad de los dominicos

San Salvador, 12 de Agosto de 2009

CARTA DE SOLIDARIDAD A QUIENES ESCUCHAMOS, ACOMPAÑAMOS Y VIMOS EN SAN PEDRO SULA, HONDURAS

Estamos de regreso de nuestro corto viaje a Honduras con nuestro corazón y nuestra mente llena de lo que ahí hemos visto, escuchado y pensado.

En primer lugar queremos expresar nuestra admiración por su testimonio valiente y claro en la situación conflictiva que vive su País. No vamos a olvidar nunca la reunión que tuvimos y el tiempo que pasamos juntos en las gradas de la catedral cantando los cantos de liberación latinoamericanos.

A partir de lo visto, escuchado, pensado y acompañado reiteramos nuestra condena al golpe de Estado perpetrado el 28 de junio de 2009, contra el presidente constitucional, como un acto antidemocrático extremo, que no puede tener y no tiene justificación alguna.

A la vez tenemos claro que elecciones fundamentadas en un golpe de Estado no pueden ser elecciones democráticas.

Aunque exigimos junto con Ustedes que el presidente Zelaya sea restituido como presidente constitucional de Honduras, no creemos que el conflicto principal sea únicamente entre Zelaya y Micheletti. Consideramos que hay un enfrentamiento real entre aquellos que tienen sus propios intereses económicos y los que defienden nuevos modelos alternativos que tratan de incorporar los intereses de la mayoría. Esto se constata en los últimos estudios realizados por la CEPAL y el Latinobarómetro, entre otros.

No es plausible pensar que el golpe de Estado y sus nefastas consecuencias sea algo que sólo afecta al pueblo y al Estado de Honduras, sino que estamos convencidos de que un triunfo final de los golpistas en Honduras significará a la vez un golpe destructivo duradero para los demás pueblos centroamericanos.

Los golpistas tratan - a veces con éxito – de echar la culpa a la supuestamente mala influencia de Chávez sobre Honduras. Pero es sólo otro intento más para ocultar la influencia masiva y profunda del capital financiero y transnacional como de sus instituciones: FMI y BM y del gobierno estadounidense.

Es notorio, en nuestra reciente visita la mala utilización que los medios de comunicación hacen de lo que quieren informar, repercutiendo así en consecuencias graves a varios niveles:

Hacen ver que los miembros del gobierno de facto aceptan los acuerdos de San José, en tres aspectos los cuales consisten en:

1. Restitución del presidente Zelaya. 2. Amnistía general. 3. Renuncia del proyecto reformista del presidente constitucional. Sin embargo, el gobierno de facto no acepta a nivel integral dicho acuerdo.

Periódicamente el gobierno de facto interrumpe la programación en la televisión para anunciar, por lo general, los horarios del toque de queda. Esto tiene como consecuencia que la población es privada de continuar viendo otras noticias con mayor sentido amplio y crítico de la realidad por la cual se está pasando.

Con respecto a la libertad de expresión en los medios, se constata que en un primer momento Radio Progreso fue clausurada y por presiones internacionales luego fue reabierta.

Constantemente la TV pasa fotografías del presidente Zelaya junto a Chávez, Correa y Daniel Ortega, orientando el pensamiento del pueblo hondureño para concluir “lo que le espera a Honduras con Zelaya”...

Las manifestaciones televisadas por los diferentes canales fijan su atención en quienes marchan y están a favor del golpe y su insistencia por que quieren la paz en Honduras.

Los medios enfocan a Micheleti como un salvador del pueblo hondureño pero no dan la cobertura a los miembros que él eligió para que le ayudaran en su gobierno, algunos de ellos con historiales delictivos que han perjudicado años atrás la población hondureña.

Los diferentes medios que apoyan el golpe insisten en hacer propaganda de la intromisión del gobierno de Chávez diciendo que el pueblo hondureño no permitirá que eso suceda ya que se debe respetar su soberanía. No obstante no hacen referencia a la influencia que USA ha tenido en la toma de decisiones y formación de militares en dicho territorio.

Se carece de información en los diferentes medios sobre las consecuencias reales que está teniendo el golpe de estado, por ejemplo, la división interna que este proceso está dejando y las consecuencias de temor y odio a los cuales el pueblo se está enfrentando.

Se está defendiendo un modelo económico que beneficia a muy pocos hondureños y un gobierno de facto que defiende dichos intereses en contra de los intereses de la mayoría. En los medios oficiales del estado no hay posturas críticas ni posibilidades de mesas redondas u otras similares donde participen miembros a favor o en contra del golpe.

Debemos mantener la lucha por defender la democracia, defender la paz, la dignidad humana, la libertad de expresión, el libre tránsito, la seguridad ciudadana y la autodeterminación de los pueblos.

Como miembros de la familia dominicana seguimos preocupados por lo que pasa en nuestro hermano país de Honduras, y sabemos que hemos de seguir siendo solidarios con todos ustedes, luchando porque vuelva la constitucionalidad al país y reine la igualdad de posibilidades para todos (as). No estamos de acuerdo con que siga habiendo muertes ni violencia por la poca apertura de unos que quieren seguir luchando por sus intereses económicos.

Para que podamos ser seguidores y predicadores del evangelio necesitamos un conocimiento cada vez más exacto de la realidad en que viven los pueblos centroamericanos. El análisis necesita ser acompañado de actos concretos de solidaridad.

Un abrazo para todos Ustedes. Esperamos que todos (as) sigamos despiertos, activos y reflexivos.

Con nuestra disponibilidad y agradecimiento por su acogida y su esperanza en los nuevos cielos y la tierra nueva, sus hermanos:

Gerardo Poter O.P. Carlos Flores O.P. Alexis Páez O.P.

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Se puede encontrar “CARTA DE SOLIDARIDAD A QUIENES ESCUCHAMOS, ACOMPAÑAMOS Y VIMOS EN SAN PEDRO SULA, HONDURAS” en la pagina web de los Dominicos de Centroamérica.

Thursday, July 23, 2009

COMMUNICADO DE LA DIÓCESIS DE TRUJILLO

COMUNICADO DE LA DIÓCESIS DE TRUJILLO
AL PUEBLO HONDUREÑO ANTE LA CRISIS POLITICA
Y SOCIAL QUE VIVIMOS EN HONDURAS

“Por tanto, tomen las armas de Dios para poder resistir el día funesto y permanecer firmes a pesar de todo. Cíñanse con el cinturón de la verdad, vistan la coraza de la justicia, calcen las sandalias del celo para propagar la Buena Noticia de la paz.”
(Ef 6, 13-15)

Como Diócesis, que históricamente ha hecho una opción preferencial por los pobres, deseamos compartir estos pensamientos como una búsqueda de la VERDAD, tan necesaria para deponer ciertas actitudes intransigentes y para facilitar el diálogo que todos debemos ejercitar en función de la realización del bien común.

1.- ANTECEDENTES DE LA CRISIS

1.1.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La presente crisis es el resultado de una serie de violaciones de la Constitución y de las leyes que se han dado en las últimas décadas propiciadas por la clase política y a veces forzadas por los grupos de poder económico. Hay un concepto que resume todas estas actitudes: CORRUPCIÓN. En nuestra Diócesis de Trujillo, esta corrupción ha favorecido todas las consecuencias negativas que provoca el problema, nunca resuelto, de la tenencia de la tierra, por ejemplo, antiguo Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM) el Movimiento Campesino en el Valle de Sico-Paulaya, que varias vidas humanas han cobrado, amenazas a los Garífunas por expropiarles sus tierras y la tenencia de las mejores tierras en pocas manos, esta realidad desata la desigualdad y la violencia en nuestra zona. Además, la presencia del narcotráfico ha deteriorado seriamente la vida de la población y ha adquirido fuerza como para temer que Honduras se convierta en un narco-estado.

1.2.- ANTECEDENTES ACTUALES
Los acontecimientos del 28 de junio son el resultado de una serie de desencuentros del poder Ejecutivo en relación con el poder Legislativo y el poder Judicial, y de las acciones realizadas por el señor José Manuel Zelaya contra las decisiones de la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal Superior Electoral. También son consecuencias de que no exista en honduras el tribunal constitucional que dirima en los enfrentamientos que se puedan dar entre los tres poderes de los estados. Sin embargo, condenamos la expatriación llevada a cabo por las fuerzas armadas contra el señor José Manuel Zelaya igualmente condenamos las actitudes dictatoriales que violan la libertad de prensa y manipulan los medios de comunicación, corte de energía eléctrica y la restricción de garantías individuales etc. porque atenta contra la constitución de la república y los derechos de los ciudadanos. La interpretación de la legalidad o ilegalidad de estos hechos ha dividido al pueblo hondureño. Y no solo esto, si no que también nos tiene divididos la manera distinta de concebir la democracia, de opinar sobre la necesidad o no de reformar la constitución o de elaborar una nueva. Actitudes antagónicas, que no deben permitir el desgarre de la unidad de los hondureños

2.- ACTITUDES QUE HAN FAVORECIDO LA CRISIS
1. La mayoría de la población ha dejado de creer en las autoridades por el grado de corrupción con que actúan o que, simplemente, permiten. La falta de un verdadero liderazgo político es preocupante; y en esta situación, el populismo del señor Zelaya ha tenido un efecto impactante en buena parte del pueblo. Las medidas populistas no siempre son para el beneficio directo del pueblo. En muchos casos hacen que el gobernante, en vez de acercarse al pueblo para favorecerlo, se sirve del pueblo para ser favorecido él.

2. No existe en la clase política, en general, la voluntad de enfrentar los graves problemas que abaten a la población, sobre todo a los más pobres.
3. Desde su aprobación en 1982, la constitución ha sido violada en muchas ocasiones, y ni los órganos del Estado que deben evitarlo ni el pueblo han actuado en su defensa. Pero en los últimos años la conciencia ciudadana ha ido cambiando a favor del respeto a la misma y el derecho a una participación real en la vida democrática, como demuestra las manifestaciones de estos días.
4. La crisis económica ha impactado inevitablemente a Honduras. Sin embargo ni el gobierno del señor Zelaya plateó un plan estratégico para enfrentarla ni los grupos de poder económico estuvieron dispuestos a sacrificar sus ganancias. La actual crisis política hundirá aún más nuestra economía.

3.- LECCIONES QUE DEBEMOS APRENDER

1ª) DIÁLOGO
Una vez superados los primeros enfrentamientos entre partidarios del regreso al poder del señor Zelaya y los que se oponen a ello, las manifestaciones han ido transcurriendo con mayor orden. Y sólo desde ese clima será posible dialogar. No es posible dialogar cuando una parte actúa con violencia. Tampoco el diálogo ha de quedar condicionado por el número de personas que hay en cada lado o por sus intereses ocultos. Cuando se busca la VERDAD, ésta no habita exclusivamente en un grupo y, a veces, ni siquiera habita en el lado en el que hay más personas. De la capacidad de dialogar a todos los niveles dependerá la forma en que superemos la actual crisis y las consecuencias que ésta nos dejará.

2ª) EL VALOR DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES
Un punto de coincidencia en toda la población es la necesidad de respetar la Constitución y de no permitir que sea violada. En el año 2004 el Congreso Nacional de la República eliminó toda clase de inmunidad ante la ley. La crisis actual también nos deja la lección de la necesidad y el derecho que tiene el pueblo a participar en la elaboración de las leyes por las que deberá regirse y no sólo la obligación de cumplirlas. Como afirma Jesucristo. “El sábado se hizo para el hombre, no el hombre para el sábado” (Cfr Mc 2, 27) de ahí que el ser humano no ha sido creado para cumplir leyes, sino que las leyes están al servicio de la dignidad del ser humano.

3ª) CONCIENCIA CIUDADANA
La crisis también nos deja la lección de que la creciente conciencia ciudadana es una fuerza que ni los partidos políticos ni los gobernantes habían valorado. Esta conciencia de la ciudadanía nos ha recordado que nos corresponde a todos nosotros resolver los problemas de nuestra patria. Aceptamos que somos parte de la comunidad internacional, sin embargo somos conscientes de que los hondureños debemos ser los protagonistas de nuestro futuro.

4ta) LA VERDADERA FORTALEZA DE LA DEMOCRACIA
El artículo 5º de la Constitución de la República dice:
“El Gobierno debe sustentarse en el principio de la democracia participativa del cual se deriva la integración nacional, que implica participación de todos los sectores políticos en la administración pública, a fin de asegurar y fortalecer el progreso de Honduras basado en la estabilidad política y en la conciliación nacional.”
La presente crisis ha de convertirse en la oportunidad de ir haciendo realidad el principio de la democracia real y participativa, superando una democracia únicamente Formal electorera y representativa.

5ª) LOS MEDIOS DE COMUNICACION SOCIAL
A estos les corresponde dar una información imparcial y objetiva para acercarse a la VERDAD, últimamente hemos asistido a la parcialización de las noticias, la represión de algunos medios de comunicación y las suspensión del derecho de expresión.

PROPUESTAS
a) Es urgente elaborar un Plan de Nación, fruto de un consenso nacional, que incluya un pacto social. Hacia esto deben encaminarse los esfuerzos del gobierno y de todas sus instituciones, así como la sociedad civil organizada. El diálogo que facilite este plan de nación a de ser transparente y dado a conocer a toda la población.
b) Es necesario entrar en un proceso legal donde el pueblo sea consultado acerca de las posibles y necesarias reformas a la Constitución, para que la participación ciudadana sea real en nuestra democracia. Debería ser condición indispensable de todos los candidatos a las próximas elecciones, incluso si estas se adelantan, declarar sus intenciones con respecto a propiciar este proceso que debería iniciarse durante el primer año del próximo gobierno.
c) Será garantía para el futuro de la Nación que las instituciones del Estado a quienes les corresponde, investiguen si existen actos de corrupción tanto en el gobierno del señor José Manuel Zelaya Rosales y de gobiernos anteriores, así como en las instituciones estatales, a fín de deducir responsabilidades.
d) Nuestras energías no deberían gastarse en la batalla sobre si vuelve o no como presidente el señor Zelaya o si se va o no el señor Micheleti, sino en apostar por hacer de Honduras una mejor nación. Esto sólo lo lograremos si la ciudadanía y la clase política empezamos a compartir una visión de país que sea para el bien de todos, y ejerzamos el derecho moral a vetar a tantos dirigentes y políticos corruptos.

EXHORTACIÓN
“¡Déjense reconciliar con Dios!” 2 Cor 5, 20
Exhortamos al pueblo hondureño a deponer actitudes de rechazo y a aceptar caminos de RECONCILIACION. La reconciliación no significa dejar de aplicar la justicia o renunciar a la búsqueda y defensa de lo que creemos como VERDAD. La reconciliación consiste en poderse sentar alrededor de la misma mesa para seguir encontrando caminos por los que transitar, como hermanos y compatriotas, hacia un futuro mejor para todos.
Exhortamos a la población de nuestra Diócesis de Trujillo, en los Departamentos de Colón y Gracias a Dios a no encerrarse en la obsesión por una persona, poder político o ideología, sino a luchar por que mejore la calidad de la educación.
A conciliar posturas en la búsqueda de soluciones sobre la tenencia de la tierra.
A dialogar con el gobierno sobre la necesidad de mejorar las vías de comunicación.
A exigir al gobierno un plan para el desarrollo cultural, económico y social de La Moskitia.
A que las autoridades correspondientes garanticen la seguridad de los ciudadanos y actúen de acuerdo a la ley para impedir la presencia del narcotráfico en la región.
A que se revierta el problema de la deforestación en nuestros departamentos no sólo decomisando madera ya cortada sino impidiendo la tala de nuestras reservas forestales y la destrucción del medio ambiente.
Y recordamos al pueblo cristiano orar siempre y en todo momento ya que debemos ser agentes de concordia, paz y unidad.


Dado en la Ciudad de Trujillo, los diez días de Julio de 2009

Presbiterio Ampliado, Diócesis de Trujillo, Honduras.

Sunday, July 19, 2009

Solidaridad con el pueblo hondureño

Los recientes sucesos en la hermana república de Honduras nos obligan a decir una palabra desde nuestra identidad de seguidores de Jesús, el mesías que se adelantó a todos y todas en la victoria sobre la muerte. Es una palabra de preocupación y de solidaridad, de ánimo y esperanza activa, que dirigimos especialmente a la población pobre y excluida, cuyo sufrimiento se agravó a partir del golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Nuestra palabra se orienta también a adherirnos y a fortalecer la de aquellas personas y grupos en Honduras que, desde la misma opción por el pueblo desposeído que lucha por su liberación, se han pronunciado contra el golpe y a favor de la búsqueda de una solución fundamentada sobre la verdad, la justicia y la paz. Especialmente nos solidarizamos con los pronunciamientos como los de la Conferencia de Religiosos(as) de Honduras-CONFEREH, la Provincia Centroamericana de dominicos, hermanas de la Misericordia, claretianas, Comisión Provincial de Apostolado Social (CPAS) de la Compañía de Jesús y el Consejo Diocesano de Pastoral de la diócesis de Santa Rosa de Copán quienes se han posicionado valientemente contra el golpe de Estado.

Denunciamos la represión violenta desatada contra la ciudadanía por las fuerzas militares y policiales servidoras y ejecutoras del golpismo y facilitada por el suspenso de las garantías constitucionales. Protestamos contra el cierre de radioemisoras y otros medios de comunicación social que, además del corte de energía eléctrica y otros servicios públicos atentan contra el derecho de información y libre expresión. Nos hacemos eco del llamado que ha hecho “la Misión por la Democracia y los Derechos Humanos Guatemala - Honduras”, encabezada por la Dra. Rigoberta Menchú, para que todas las organizaciones nacionales e internacionales velen por la seguridad de los defensores y defensoras de derechos humanos y la población hondureña en general.

Apoyamos los servicios negociadores del presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la paz, Óscar Arias, y cualesquiera otros que puedan desembocar pronto en el restablecimiento de la institucionalidad e instaurar el clima de respeto, confianza y diálogo que el pueblo hondureño necesita para construir una sociedad rebosante de “vida en abundancia”, anunciada en el evangelio de San Juan (10,10).

Guatemala, 10 de julio de 2009

Movimiento Monseñor Gerardi (MMG)
Red Teológica Pastoral
Comunidades Eclesiales de Base (CEBs)
Red de Escuelas de teología y pastoral
Conferencia de Religiosos y Religiosas de Guatemala (CONFREGUA)
Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG)
Amerindia-Guatemala
Voces del Tiempo, revista de religión y sociedad
Fundación Rigoberta Menchú Tum
Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala

Tuesday, July 14, 2009

Oración

Oración a Nuestra Señora de Suyapa, Patrona de Honduras

Virgencita de Suyapa bendice a todos los Hondureños, derrama tus bendiciones en cada uno de sus hogares.

Buen Señor Jesús, te pedimos por Tu Santísima Sangre, por Tus Llagas y con la interseción de Tu bellísima Madre, nuestra Madre, la Virgen María, que pronto se restablezca la paz, con estabilidad y esperanza para todos los tan amados habitantes y oriundos de la República de Honduras. Amén

Thursday, July 9, 2009

PRONUNCIAMIENTO PROVINCIAL DE LOS DOMINICOS EN CENTRO AMÉRICA
SOBRE EL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS


Se puede encontrar una copía en Word:
http://home.igc.org/~jdonaghy/PRONUNCIAMIENTO%20PROVINCIAL-GOLPE%20DE%20ESTADO%20HONDURAS.doc


Otro enlace:
http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=39689


Otro enlace añadido, 11 de julio de 2009

Conferencia de Reliogosos/as de Honduras

“Los nuevos cielos y nueva tierra que voy crear durarán para siempre…” (Is 66,23)

Como Conferencia de Religiosos/as de Honduras-CONFEREH, desde nuestra fe en Jesucristo y su Buena Noticia del Reino de Dios, desde nuestra opción por acompañar el sentir y caminar del Pueblo pobre y peregrino en esta historia de Honduras; y ante el agravamiento de la crisis política, económica y social, provocada por el quebrantamiento del orden constitucional del 28 de junio (golpe de estado):

Nos preocupa especialmente:
  • La situación de un pueblo y familias divididas y enfrentadas por intereses y posturas políticas e ideológicas polarizadas.
  • La intranquilidad, zozobra, temor, confusión e inseguridad que vive la población en general en estos momentos.
  • El aumento del empobrecimiento de muchas familias hondureñas, que profundiza la inequidad e injusticia histórica en el país.
  • La paralización de muchas actividades que contribuyen con el desarrollo del país, sobre todo la educación escolar y universitaria.
Rechazamos:
  • La ruptura del orden constitucional y la limitación de las garantías constitucionales a la población.
  • Cualquier expresión de violencia, y la represión al sector de la población que no acepta y protesta por lo sucedido el 28 de junio.
  • El control y la manipulación de la información por parte de algunos medios de comunicación, violando el derecho a tener información objetiva y veraz.
  • La represión hecha a algunos medios de comunicación social alternativos.
  • Cualquier amenaza de ingerencia de otras naciones.
  • La utilización y presión de la población trabajadora para fines e intereses políticos partidarios o de grupo.
Proponemos y acompañamos:
  • Los esfuerzos que recuperen el ambiente de confianza, justicia y paz en la población, que favorezcan a la serenidad y la reconciliación entre las familias.
  • Un verdadero diálogo entre los distintos sectores y organizaciones de la sociedad, donde se deje a un lado las posiciones apasionadas y de confrontación política e ideológica, que construyan consensos de beneficio especialmente a las mayorías pobres.
  • A los medios de comunicación social que presenten la verdad de los hechos a la población en general.
  • A la población en el fortalecimiento del sentido crítico y discernimiento para buscar nuevos caminos que favorezcan el bien común.
Animamos al pueblo a mantener la esperanza y el compromiso en la construcción del Reino de Dios de justicia, de libertad y de paz. Nos unimos a todas las personas y organizaciones que hacen esfuerzos por restituir una democracia que garantice la equidad, la participación y el bienestar de todos y todas en Honduras. Que María de Suyapa, que supo leer proféticamente la historia de su pueblo, interceda por cada uno y una que vive en este suelo.

Tegucigalpa, M.D.C. el 9 de Julio de 2009

Corregido el 10 de julio de 2009.

Jesuitas centroamericanos

Comunicado de la Comisión Provincial de Apostolado Social (CPAS) de la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús ante los acontecimientos en Honduras.

Hemos seguido atentamente y con profunda alarma los acontecimientos que desde el jueves 25 de junio han proyectado sobre el pueblo hondureño la sombra tenebrosa de los preparativos de un golpe de Estado. En efecto, fue en esa fecha cuando empezaron a desplegarse miembros de las Fuerzas Armadas por las calles de Tegucigalpa. El domingo 28 de junio se consumó el golpe. En la mejor copia de los antiguos cuartelazos que creíamos ya superados, el Presidente de la República fue despertado en la madrugada por un destacamento de las Fuerzas Armadas, encañonado, y obligado a abordar un avión que lo llevó a Costa Rica, donde apareció ante los medios aún en pijama y sin calcetines.

Desde entonces, Radio Progreso, cuyo director es nuestro compañero y miembro de la CPAS , el jesuita Ismael Moreno Coto, ha sufrido, primero, la interrupción de sus emisiones, forzada por una patrulla de soldados que amenazaron con destruir los aparatos en caso de no ser obedecidos. Y eso, a pesar de la concentración popular que, a las puertas de la emisora, se mostró dispuesta a defender "la voz del pueblo". Radio Progreso ha reanudado después sus emisiones con cautela y bajo amenaza, y su frecuencia ha sido interferida una y otra vez. Lo mismo ha ocurrido con otros medios radiales y televisivos, incluso algunos de cable. Evidentemente, unos gobernantes que, para reforzar su gobierno, sienten la necesidad de impedir la transmisión de la información y su pluralismo, muestran claramente la duda que los acosa sobre su propia legitimidad y las arenas movedizas sobre las que se mueven.

Radio Progreso ha llamado desde el viernes 26 de junio al "diálogo para la negociación" entre las instituciones representativas de la democracia en Honduras y miembros de instituciones de la sociedad civil. Diálogo negociador, como única herramienta razonable para discernir entre propuestas y proyectos diversos de país. El diálogo y la negociación son las herramientas de la democracia. El uso de la Fuerza Armada y, luego, de la Policía, para reprimir a la ciudadanía que no aprueba el golpe de Estado, son las herramientas de un poder que teme, y por eso ha prohibido, el derecho de manifestación, de asociación, de movilización, de libre expresión de la opinión, de un debido proceso, y, sobre todo, de inviolabilidad del domicilio y de la integridad física y mental de las personas. Son las armas de la dictadura.

Radio Progreso ha vuelto a expresar el viernes 3 de julio su convicción de que "el diálogo para una salida negociada es, sin duda, el único camino para evitar que nos hundamos en un derramamiento de sangre". Radio Progreso piensa que la dirigencia del Partido Liberal ha llamado en auxilio de su proyecto socialmente elitista a las Fuerzas Armadas y ha abusado de ellas, y ahora también de la Policía , para dar y mantener un autogolpe de Estado civil, que impone al país por procedimientos anticonstitucionales un régimen autoritario y represivo que no garantiza -por mucho que así se proclame- la celebración y la limpieza de las próximas elecciones en noviembre de este año.

Radio Progreso piensa también que, más allá de las disputas, aparentemente extremosas entre dos facciones [grupos] del gobierno, "la sociedad civil tiene derecho a salir a la calle y hacer sentir su voz no porque el gobierno del Presidente Manuel Zelaya Rosales haya sido un buen gobierno, sino porque el remedio de un golpe de Estado nos trae una enfermedad política y social mucho peor que la que teníamos con la improvisada y caótica administración" del Presidente Zelaya y su grupo.

La Comisión Provincial de Apostolado Social (CPAS) de la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, comparte la valoración analítica de Radio Progreso, y, en todo caso, considera que el camino hacia la libertad política democrática sólo se puede garantizar si las diversas fuentes de opinión pública pueden hacer su propio aporte en la búsqueda de la verdad.

La CPAS, por lo tanto, se solidariza sin vacilación alguna con Radio Progreso, con el Equipo de Reflexión, Información y Comunicación (ERIC), y con el director de ambos, P. Ismael Moreno Coto, S.J., y con todas las trabajadoras y trabajadores que, desde aquellos, dan su aporte a la democracia como ciudadanas y ciudadanos que buscan la verdad con libertad desde la opción por los pobres. Estos, en último término, son los que van a sufrir más por el rompimiento de las frágiles libertades de la democracia en Honduras y en cualquier otro país de América Latina y del Caribe, y del mundo. A los pobres queremos servir nosotros en la búsqueda de la paz
inseparable de la justicia y la defensa de los valores culturales democráticos, que incluyen la participación en la vida pública de la sociedad civil.

Apelamos al amor a la patria de todos los implicados en la disputa política en Honduras y hacemos un llamado al diálogo y la negociación para que se busquen caminos que devuelvan a Honduras al Estado de Derecho, que reclama toda la comunidad de naciones y pueblos.

Exhortamos a los Gobiernos de México y Centroamérica a acoger generosamente a los refugiados y desplazados forzosos que esta crisis provoque desde Honduras.

Francisco Iznardo s.j.
Coordinador Apostolado Social
Provincia Centroamericana de la Compañìa de Jesùs

http://www.adital.com.br/site/noticia_imp.asp?cod=39678

Tuesday, July 7, 2009

Religiosos y religiosas en contra el golpe de estado

San Pedro Sula, Honduras, 04 de julio del 2009.

Reunidos como Comunidad Cristiana: Miembros de la Familia Dominicana (Orden de Predicadores), Hermanas Claretianas y Hermanas de la Misericordia.

Ante los acontecimientos socio-políticos que se están suscitando en nuestro país, denunciamos y condenamos:

1. La violación de la Constitución de la República de Honduras, producida por el Golpe de Estado mediante el cual, a su vez, se violan todas las Garantías Constitucionales y Derechos Humanos de las personas y pueblos.

2. La Represión constante y sistemática llevada a cabo con la agresión física a personas individuales y grupos por parte del ejército militar hondureño y la policía nacional civil.

3. La desinformación obligada en la que se ha sometido a la ciudadanía mediante la censura de los medios de comunicación radial y televisiva ajenas al gobierno de facto; la libre circulación… llevando la situación actual del país de un toque de queda a un estado de sitio.

Por tanto, abogamos y exigimos ante la Comunidad Nacional e Internacional:

1. El restablecimiento del Orden Constitucional y de las Garantías Individuales y del pueblo hondureño.

2. Dado que con el Golpe de Estado se violaron todos los derechos del Ciudadano Señor José Manuel Zelaya Rosales; sea restituido en su cargo constitucional como Presidente de la República de Honduras.

3. Exigimos el cese a la violencia, la represión y la privación de la libertad en contra de nuestro pueblo.

4. Exigimos el respeto y restablecimiento de las garantías de todos los ciudadanos y ciudadanas de la República de Honduras.

Como ciudadanos y ciudadanas, miembros de la Iglesia, Pueblo de Dios, nos solidarizamos y tomamos parte en los esfuerzos de reivindicación del Estado de Derecho y Constitucionalidad basados en la Verdad, la Justicia y la Construcción de una Auténtica Paz.

A su vez, convocamos a todos los hombres y mujeres del pueblo a solidarizarse y unirse a las movilizaciones en protesta de estos abusos en contra de nuestros derechos fundamentales, los cuales se estarán anunciando previamente.

Firmas:

Fr. Óscar Vásquez OP.
Luis Enrique Jovel
Velia Ocampo.
German Turcios

Un Corazón misericordioso



¿Qué es un corazón compasivo?


Es un corazón que arde por toda la creación, por todos los hombres, por los párajos, por las bestias, por los demonios, por toda criatura.

Cuando piensa en ellos y cuando los ve, sus ojos se llenan de lágrimas. Tan intensa y violenta es su compasión, tan grande es su constancia, que su corazón se encoge y no puede soportar oír o presenciar el más mínimo daño o tristeza en el seno de la creación.

Por ello intercede con lágrimas sin cesar por los animales irracionales, por los enemigos de la verdad y por todos los que le molestan, para que sean preservados del mal y perdonados.

En la inmensa compasión que se lleva de su corazón – una compasión sin limites, a imagen de Dios –, llega a orar incluido por las serpientes.
San Isaac el sirio

en Rafael Prieto Ramiro, Levantate. Escucha. Camina. Cuaresma y Pascua, p. 210



Saturday, July 4, 2009

Mensaje de la Conferencia Episcopal de Honduras

Hoy Cardinal Oscar Rodríguez Maradiaga, SDB, en una conferencia de prensa en candena de radio y televisión en Honduras emitió un mensaje. Se puede encontrar el mensaje al fondo de un articulo de La Prensa en el internet:
http://www.laprensahn.com/Ediciones/2009/07/04/Noticias/Un-regreso-al-pais-en-este-momento-podria-desatar-un-bano-de-sangre
o, en Zenit:
http://www.zenit.org/article-31781?|=spanish
Una traducción en inglés se puede encontrar en mi blog en inglés:
http://hermanojuancito.blogspot.com/2009/07/this-statement-of-honduran-bishops.html

“Edificar desde la Crisis”

1. Hace apenas tres semanas, en la Asamblea Plenaria de esta Conferencia Episcopal expresamos claramente que la justicia social, el dialogo y las consultas dentro del marco de la ley son necesidades que debían ser reconocidas y respetadas a nuestro pueblo.

2. Ante la situación de los últimos días, nos remitimos a la información que hemos buscado en las instancias competentes del Estado (la Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, el Ministerio Público, el Poder Ejecutivo, Tribunal Supremo Electoral) y muchas organizaciones de sociedad civil.- Todos y cada uno de los documentos que han llegado a nuestras manos, demuestran que las instituciones del Estado democrático hondureño, están en vigencia y que sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho.- Los tres poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución de la República de Honduras.

3. La Constitución de la República y los órganos administradores de justicia del país nos hacen concluir que:

a.) Conforme a lo contemplado en el Artículo 239 de la Constitución de la República “Quien proponga la reforma” de este Artículo, “cesa de inmediato en el desempeño de su cargo y queda inhabilitado por diez años para el ejercicio de toda función pública”. Por lo tanto, la persona requerida, cuando fue capturado, ya no se desempeñaba como Presidente de la República.

b.) Con fecha 26 de junio de 2009, la Corte Suprema de Justicia, por unanimidad, nombró un Juez Natural que giró la orden de captura contra el ciudadano Presidente de la República de Honduras, a quien se le supone responsable de los delitos de: CONTRA LA FORMA DE GOBIERNO, TRAICION A LA PATRIA, ABUSO DE AUTORIDAD Y USURPACION DE FUNCIONES en perjuicio de la Administración Pública y del Estado de Honduras, lo anterior a raíz del Requerimiento Fiscal presentado en esa Corte por parte del Ministerio Público.

Aprender de los errores para enmendarlos en el futuro

4. “Ningún hondureño podrá ser expatriado ni entregado a un Estado extranjero” (Art. 102, Constitución de la República”).- Creemos que todos merecemos una explicación de lo acaecido el 28 de junio.

5. El pasado 19 de junio dijimos que todos somos en mayor o menor medida responsables de una situación de injusticia social.- Sin embargo seguimos creyendo que Honduras ha sido y quiere seguir siendo un pueblo de hermanos, para vivir unidos en la justicia y la paz.

a. Por eso es necesario que optemos decididamente por escuchar las opiniones de los demás, de tal manera que se pueda entablar un verdadero dialogo entre todos los sectores de la sociedad, para que se pueda llegar a soluciones constructivas.

b. Es fundamental respetar el calendario del Tribunal Supremo Electoral que garantice las elecciones del próximo mes de noviembre.

c. Es necesario globalizar la solidaridad como un camino que puede ayudarnos a superar la injusticia y la inequidad.- La comunidad internacional, con la información adecuada sobre la situación de nuestro país, puede contribuir a estos propósitos.

6. Hacemos un llamado especial

a) A quienes tienen o han tenido en sus manos la conducción del país les invitamos a no dejarse llevar por los egoísmos, la venganza, la persecución, la violencia y la corrupción.- Siempre se pueden buscar caminos de entendimiento y reconciliación, más allá de los intereses partidistas o de grupo.

b) A los grupos sociales, económicos y políticos, les exhortamos a superar reacciones emotivas y a buscar la verdad.- Hoy más que nunca los comunicadores sociales deben expresar su amor a Honduras buscando la pacificación y serenidad de nuestro pueblo, dejando a un lado los ataques personales y buscando el bien común.

c) A la población en general los invitamos a continuar en un espacio de participación respetuosa y responsable, entendiendo que todos podemos construir una Honduras más justa y solidaria, con el trabajo honesto.

d) A la Organización de Estados Americanos pedimos que preste atención a todo lo que venía ocurriendo fuera de la legalidad en Honduras, y no solamente a lo sucedido a partir del 28 de junio recién pasado. También el pueblo hondureño se pregunta por qué no han condenado las amenazas bélicas contra nuestro país.- Si el sistema interamericano se limita a proteger la democracia en las urnas, pero no le da seguimiento a un buen gobierno, a la prevención de las crisis políticas, económicas y sociales, de nada servirá el reaccionar tardíamente frente a ellas.

e) A la comunidad internacional le manifestamos el derecho que tenemos de definir nuestro propio destino sin presiones unilaterales de cualquier tipo, buscando soluciones que promuevan el bien de todos.- Rechazamos amenazas de fuerza o bloqueos de cualquier tipo que solamente hacen sufrir a los más pobres.

f) Agradecemos entrañablemente a hermanos y hermanas de muchos países, que con sus gestos de solidaridad, con apoyo y cercanía, nos proporcionan horizontes de esperanza en contraste con actitudes amenazantes de algunos gobiernos.

7. La situación actual puede servirnos para edificar y emprender un nuevo camino, una nueva Honduras.- La confrontación que se está viendo, no debe servir para agudizar la violencia sino como un nuevo punto de partida para el dialogo, el consenso y la reconciliación que nos fortalezcan como familia hondureña, y podamos emprender un camino de desarrollo integral, para todos los hondureños y hondureñas.

8. Exhortamos al pueblo fiel a intensificar la oración y el ayuno solidario para que reine la justicia y la paz.

Tegucigalpa, MDC 3 de julio de 2009

SIGUEN LAS FIRMAS DE LOS 11 OBISPOS DE LA IGLESIA CATÓLICA DE HONDURAS