Friday, December 24, 2010

La navidad auténtica


Nadie podrá celebrar la Navidad auténtica
si no es pobre de verdad.

Los autosuficientes, los orgullosos,
los que desprecian a los demás porque todo lo tienen,
los que no necesitan ni de Dios,
para ésos no habrá Navidad.

Sólo los pobres, los hambrientos,
los que tienen necesidad de que alguien venga por ellos,
tendrán a ese alguien,

y ese alguien es Dios,
Emanuel,
Dios-con-nosotros.

Sin pobreza de espíritu
no puede haber llenura de Dios.

Monseñor Oscar Romero, 24 de diciembre de 1978

Tuesday, November 9, 2010

Diócesis de San Pedro Sula sobre la violencia

"Comunicado del Departamento de Pastoral Social de la Diócesis de San Pedro Sula ante masacre colonia Felipe Zelaya" se encuentra en el internet http://sicsal.net/articulos/node/1609

Desde el presbiterio de la diocesis de Santa Rosa de Copán

Acuerdos Diocesanos
Semana de Pastoral del Presbiterio
Diócesis de Santa Rosa de Copán
06 al 10 de septiembre, 2010
Pinalejo, Santa Bárbara

  1. Apoyar los procesos hacia la ANC [Asamblea Nacional Constituyente] mediante estrategias consensuadas con las organizaciones que vengan desde la base, tomando en cuenta los pasos del pacto social sugeridos en la semana de estudio y basados en el Plan Diocesano.
  2. Tener una actitud constante por la defensa de la naturaleza y la no privatización de los recursos naturales.
  3. Que el presbiterio mantenga su dimensión profética en consonancia a la opción preferencial por los pobres, iluminada por la tradición bíblica, el magisterio eclesiástico, la teología latinoamericana y los planes diocesanos.
  4. Organizar una comisión diocesana de reflexión e investigación permanente.
  5. Promover un proceso de transformación social, mediante análisis y debate difundiendo a todos los niveles, la formación integral y liberadora.
  6. Acompañar las distintas formas de organización popular y facilitar espacios de diálogo entre los diversos sectores sociales.
  7. Promover los principios y valores morales y culturales, para Combatir y desenmascarar la corrupción, la inmoralidad y mercado global de ideología neoliberal.
  8. Formar un tipo nuevo ciudadano y de líderes capaces de renunciar a todo tipo de prebendas y privilegios, con tal de ser fieles a los pobres y decididos a velar por el bien común.
  9. Exigir la inversión pública para solventar las necesidades básicas de la población más pobre (carreteras, energía eléctrica, telefonía, centros educativos, centros de salud, viviendas, producción agrícola y ganadera) especialmente en el occidente del país
  10. Impulsar la solidaridad laicos y laicas y reconocimiento de su misión en la iglesia y en el mundo.
  11. Intensificar nuestra atención pastoral hacia los grupos más vulnerables( jóvenes, niños y ancianos)
  12. Promover y apoyar toda obra de progreso y desarrollo comunitario, que tienda a la solución de las necesidades de los más pobres a partir de sus recursos locales.
  13. Promover y formar hacia una lectura pastoral de la Biblia fiel al espíritu de con la que fue escrita desde los pobres

Sunday, August 29, 2010

COMUNICADO DEL PRESBITERIO DE LA DIÓCESIS DE YORO


Ante el clima de violencia e inseguridad.
COMUNICADO DEL PRESBITERIO DE LA DIÓCESIS DE YORO


El Presbiterio de la Diócesis de Yoro reunido en la ciudad de Olanchito quiso recoger el sentir hondo y profundo que en estos momentos vive nuestra Iglesia diocesana y que brota desde las aldeas, caseríos, colonias, barrios y centros urbanos que conforman la Iglesia de Yoro.
Vivimos una situación de inseguridad, incertidumbre, temor e impotencia causada por una situación de violencia generalizada que se manifiesta de múltiples maneras y con efectos deshumanizantes en la vida de los pobres y los sectores más desprotegidos de la sociedad. Señalamos algunas de ellas.

1. En primer lugar constatamos una ciudadanía huérfana de leyes y de un sistema legal incapaz de asegurar la igualdad jurídica para todos los hondureños. Sin protección jurídica de ninguna clase lo que se impone es la impunidad, una justicia atrapada en las redes del poder o manoseada por las élites políticas para impedir que la ley les alcance, viviendo por encima y al margen de la misma. La violencia, la extorsión, los secuestros, los robos y la delincuencia son síntomas de un país sin leyes y con instituciones jurídico democráticas poco efectivas.

2. Es preocupante el problema del hambre, la falta de seguridad alimentaria y la permanencia de una extensa agricultura tradicional. Todavía en nuestro departamento se contrapone la agroindustria y la ganadería a una agricultura que asegure trabajo, tierra y producción para nuestros campesinos e indígenas. Reflejo de esta situación es la existencia en el interior de nuestro departamento de esa “Honduras profunda”: campesinos e indígenas víctimas de todo tipo de desastres naturales y del olvido sistemático por parte de partidos, gobiernos y “planes de país”.

3. El sistema de salud adolece de un gran déficit presupuestario, de infraestructura y de personal que pueda prestar un servicio mínimo a una población que sufre en carne propia las crisis económicas, las exigencias de los organismos financieros, la reducción de presupuestos sociales, la evasión fiscal, los programas neoliberales o la malversación de los partidos en el poder que dejan “vacías las arcas del estado”. En el fondo, detrás de la falta de médicos, de medicinas y un seguro social con cobertura nacional está el hecho de priorizar y contraponer la medicina privada a la pública y la tendencia a la privatización de la salud. Igualmente la existencia de unos “estatutos” para los profesionales de la medicina que, asegurándoles un alto nivel de vida y a espaldas de las mayorías, convierten a la medicina en un lujo para unos pocos.

4. Preocupa grandemente en nuestro departamento el agotamiento y la poca conservación de los recursos naturales. Sabemos por experiencia los daños irreversibles y catastróficos que resultaron del huracán Mitch para buen número de comunidades, y no digamos de familias. Nuestros bosques se van diezmando a pasos acelerados: “cuando el Fifí, todo era bosque con algunos manchones dispersos; en cambio, con el Mitch todo es un manchón con algunos islotes de bosque”. Estas palabras fueron dichas por alguien que de San Pedro Sula a Yoro repitió el trayecto veinticinco años después para llevar ayuda a las comunidades más retiradas. La vulnerabilidad ecológico-ambiental es consecuencia directa del “saqueo inmisericorde” a nuestras reservas forestales.

5. Recientemente el problema de la minería empieza a ser preocupante. A las compañías mineras que explotan nuestros recursos se les otorga toda clase concesiones y no se tiene con ellas el mismo grado de exigencias jurídico-administrativas que en sus países de orígen. Los daños son irreparables a nivel humano ecológico. Nuestras autoridades locales toman decisiones amparándose en la ambigüedad y falta de legislación clara y precisa a nivel nacional. Por otra parte, algunas municipalidades del departamento, siempre escasas de recursos, se muestran débiles, cómplices y corruptas pues conceden permisos más allá de su competencia y perjudicando notoriamente a las mayorías. Entran dentro del mismo grupo los patronatos y las dirigencias de las comunidades indígenas. De todos es sabido que los partidos tradicionales controlan el poder local por medio de los patronatos y que éstos se prestan a todo tipo de arreglos con las compañías mineras. Se repite la historia de vender las comunidades a cambio de unos “cuantos espejuelos y cuentas de vidrio que relucen”. Las comunidades indígenas participan de la misma mentalidad ya que sus bosques y tierras son objeto constante de compra-venta”.

6. Tanto los partidos como el sistema político está en crisis desde hace tiempo: dejaron de cumplir las funciones de representación, mediación y canalización de las demandas populares. La perdida de credibilidad creció considerablemente a raíz de la crisis desatada el año pasado: se originó en las cúpulas de los partidos tradicionales y dividió a toda la sociedad hondureña, incluida la Iglesia. Todavía estamos pagando las consecuencias de la crisis: hay falta de reconocimiento internacional, las ayudas económicas han disminuido considerablemente y el gobierno actual se encuentra con las manos atadas ante los grupos de poder que han estado y están detrás de todo ello.

7. Pasan las elecciones, los partidos y los gobiernos: en cambio lo que no cambian y permanecen siempre son los problemas sociales. Lo más importante es mantener, ejercer, disfrutar el poder y granjearse el beneplácito de los poderes fácticos. No se escucha al electorado ni sus justas demandas. Y todo el sistema viene acompañado de los vicios de siempre: el clientelismo, el nepotismo familiar o ideológico, repartición de cargos, ministerios, instituciones y funciones públicas conforme a los “colores de turno”. Y, como colofón, tenemos como expresión de la “ética política” de nuestros gobernantes esa “salida hacia delante” expresada en la “huída hacia Sudáfrica”.

8. El reconocimiento oficial de que la mayor parte de los asesinatos a los periodistas corresponden al “narcotráfico” son un indicio muy claro de la fase en la cual estamos entrando en Honduras. La lucha contra el narcotráfico a nivel internacional ha tenido como efecto directo convertir a nuestro país en un campo de lucha de los carteles de la droga. Y eso significa poner las bases bien de un “narco-estado” o el “crear un estado dentro del estado” con su propio territorio, sus leyes, su manera de funcionamiento contrario, al margen de la democracia y sin necesidad de rendición de cuentas o de pasar por las urnas.

9. Es uno de los poderes “perversos” que, amparándose en la ley del sicariato y de la eliminación física, quita la vida y la voz de quienes deben hablar y hacer público lo que permanece en la oscuridad. Su poder se va infiltrando no solo en los cuerpos de seguridad y policiales, sino también en los medios políticos, económicos y sociales. Utilizando de forma sistemática el miedo, la delación y los asesinatos consigue inmovilizar a la población y neutralizar el funcionamiento de nuestra democracia. En definitiva, se va creando un nuevo poder con el cual hay que pactar, dar reconocimiento y legitimidad.

10. A pesar de que el nuevo gobierno se ha movilizado para dar cumplimiento a los “Acuerdos de San José” sigue como tarea pendiente en el país el esclarecimiento de la violación a los derechos humanos y la efectiva creación de la “Comisión de la Verdad”. Se constata una mentalidad en la cual hay que “cumplir con el trámite” o una fuerte oposición al esclarecimiento de la represión, persecución y hostigamiento hacia opositores, miembros de la resistencia nacional, medios de comunicación alternativos. El resultado es una democracia acompañada de pobreza, desigualdad, injusticia, inseguridad y exclusión. No será posible una reconciliación nacional si por parte de todos los sectores sociales no hay una voluntad decidida y una “cuota de poder” a pagar para revertir esta situación tan poco alentadora. Sí creemos, sin embargo, que como Iglesia, “seguidores de Jesús”, buscadores y constructores del Reino del Padre, la esperanza en un “cielo y una tierra nueva” nos motivan para contribuir a que nuestro país ofrezca unas condiciones de vida dignas para todos, donde la violencia y la inseguridad no tengan cabida.

El Progreso, 9 de julio de 2010.

Monseñor Juan Luis Giasson p.m.e
Obispo de la Diócesis de Yoro

P. Antonio Pedraz s.j
Secretario

Friday, July 30, 2010

Verdades que duelen

Este articulo de un amigo fue compartido con participantes de un taller de Doctrina Social de la Iglesia en la diócesis de Santa Rosa de Copán.

El pecado original de Honduras
Intuiciones Colectivas

Cuando leemos, pensamos y hablamos de la realidad sociopolítica hondureña, en la actualidad, identificamos golpe de Estado, crisis política y económica, corrupción generalizada, desintegración social, resistencia popular, etc. Tendemos a esconder las raíces de nuestros males con estadísticas sobre menores que mueren de hambre, macroeconomía e inversiones financieras en números, porcentaje de analfabetos, cantidades asesinados por bala y dengue.

Con estos y muchos otros detalles más pintamos la realidad hondureña cuando hacemos un análisis de la problemática nacional. Pero, ¿son suficientes estos elementos para comprender la contradictoria y dolorosa realidad hondureña? ¿Es el golpe de Estado el problema de la Honduras actual? ¿Es la rebeldía e insubordinación de la resistencia nacional el problema para la convivencia pacífica en Honduras? ¿Estamos verdaderamente en una crisis política y económica? ¿Cuáles es el pecado original de Honduras que irremediablemente la condena a un destino adverso?

El problema en Honduras no es el zancudo, ni el golpe de Estado. Mucho menos, la pobreza o la crisis política.

El pecado original de Honduras es la exclusión de las grandes mayorías

Varios males estructurales nos acechan como país. Pero el origen de los males de Honduras se llama exclusión social, económica, cultural y política de las grandes mayorías. Unos pocos, que se autoproclamaron ciudadanos plenos, intentan imponer su visión de país y plan de nación, a espaldas (sin la participación) de las grandes mayorías, subestimando a éstas como a ciudadanos de segunda, bajo la tutela de los primeros. Por eso, Honduras no pudo consolidarse como país, mucho menos como Estado nación.

Existió, existe y existirá malestar económica, política, social, identitaria, etc., pero todas estas crisis se fundan y se afianzan en la crisis de Estado y nación. No pudimos construir el Estado, ni hemos logrado compactarnos como nación, porque jamás nos atrevimos a dar el primer paso para estos cometidos, que es el reconocernos como iguales entre todos y todas.

Honduras, un Estado a fuerza de fusil

El Estado, según la moderna teoría política básica, es la organización de un grupo de personas (sociedad) que se reconocen como iguales entre sí. Se organizan para gobernarse, y para cumplir sus acuerdos (leyes) aprobados por ellos mismos. La finalidad del Estado es la construcción del Bien Común (bienestar integral de todos y todas)

En honduras, jamás nos hemos reconocido, entre todos y todas, como iguales. Unos fueron y son más iguales que otros. El desprecio y la exclusión de las grandes mayorías (campesinos, indígenas, empobrecidos, mujeres, obreros, analfabetos, etc.) ha sido y es la regla de oro en toda la cruda historia de Honduras. ¿Quién fundó, y quiénes son los herederos del Estado hondureño? ¿A quiénes protege y beneficia el Estado? ¿Quiénes hacen las leyes, y quiénes están obligados a cumplirlas? En Honduras unas pocas familias (10) nacieron para mandar y gobernar (ellos son ciudadanos plenos), y el resto estamos condenados/as a obedecer como sirvientes. Por eso los patrones se molestan cuando exigimos nuestro derecho a participar y decidir como ciudadanos plenos.
En otras palabras. Estado jamás existió, ni existe actualmente, para las grandes mayorías de hondureños/as condenadas a la exclusión y al empobrecimiento sistemático.

El Estado, creado por las élites de Honduras, en 1821, no ha podido consolidarse en todo el territorio nacional, mucho menos ha podido sentar su autoridad en todos los segmentos de las sociedades hondureñas disgregadas.

Y, ¿qué hicieron los patrones ante su incapacidad de sentar autoridad mediante el Estado ilegítimo (o inexistente) para las grandes mayorías? Renunciaron a la razón política y recurrieron permanentemente al uso brutal de la fuerza militar/policial para “disciplinar” al pueblo hondureño.

¡No existe, en la historia del país, un solo gobierno que no haya estado sometido a los militares! Si Ud. no me cree, vea el artículo 272° de la actual Constitución Política, síntesis de la democracia a la hondureña. ¡Las élites gobernantes mantuvieron, por cerca de dos siglos, este ilusorio Estado democrático entre simulacro de urnas y fusiles sanguinarios!

Los golpes de Estado, jamás fueron atentados a la democracia hondureña, si no manotazos entre los patrones para alternarse en el poder, a espaldas del pueblo. ¡En Honduras jamás hubo democracia! ¿Acaso no fueron militares quienes promovieron y fundaron los dos partidos políticos (Liberal/Nacional), auténticos instrumentos de dominación política y cultural?

En Honduras actual, el problema no es el golpe de Estado. Esto es la consecuencia de la ausencia de un Estado verdaderamente democrático y soberano. ¡Honduras vive la tragedia irreversible de la crisis terminal del Estado ilusorio fracasado en el intento! Por eso es urgente la construcción de un Estado con todos y para todos/as. El golpe de Estado del pasado año es sólo una consecuencia inevitable de esta crisis estatal.

Honduras, un Estado sin nación

Ahora, bien. La ausencia de un Estado legítimo y soberano trae consigo la ausencia de la nación hondureña. Nación (comunidad política) y Estado (comunidad política y jurídicamente organizada), en teoría política son las dos caras de la misma moneda. La nación crea y legitima al Estado, y éste consolida y defiende a la nación.
En Honduras, el Estado (actualmente en crisis) existe sin nación (porque no nació de la voluntad legítima y genuina del pueblo), y las grandes mayorías que cohabitan en el territorio del país sobreviven sin Estado. Condenados al reino del revólver y el rifle.

En las escuelas, las iglesias y el cuartel nos inculcan himnos, banderas, fútbol, moneda, héroes, etc., pero, ¿por qué estos símbolos no lograron configurar el sentido de pertenencia a una comunidad política (nación hondureña) en la idiosincrasia colectiva? ¿No será porque en estas tierras cohabitan diferentes pueblos (con historias, sueños, grandezas y esperanzas diferentes) sin encontrarse y reconocerse como tales entre sí? En educación cívica nos inculcan valores ciudadanos como libertad, igualdad, solidaridad, justicia, respeto, etc. Pero estos principios no pasan de ser meros discursos teóricos, porque en Honduras unos pocos son más iguales, reconocidos, libres y respetados que muchos otros.

Hacia una Honduras de todos, con todos y para todos

Ante la crisis sistemática del Estado hondureño y ante la desintegración social del país, la violencia emerge y se impone como el único medio de resolución de conflictos. En la medida que recrudecen estas y otras crisis, el país ya no sólo padece un déficit de identidad nacional, sino la figura de autoridad se va diluyendo. Ricos y empobrecidos vamos camino a nuestra destrucción. El valor de la vida se reduce al valor económico de una bala.

En estas condiciones, nuestro instinto de sobrevivencia nos convoca a soñar en una Honduras de todos/as, con todos/as y para todos/as. En esta dolorosa realidad estamos conminados a emprender un camino sin retorno de un proceso de transformaciones trascendentales de largo aliento.

La exclusión y el desprecio de las grandes mayorías, que a su vez generan la galopante crisis estatal y desagregación social, justifican de sobremanera un proceso constituyente soberano y participativo en Honduras para iniciar el proceso de la refundación del país con la participación activa de todos y todas. Así lo están haciendo otros países latinoamericanos que han fracasado en el intento de consolidar un Estado nación excluyendo a sus grandes mayorías.

Este proceso depende del compromiso de cada uno de nosotros/as. Informanos, organizarnos y generar propuestas de cara a la Asamblea Constituyente, como insumos para la nueva Constitución Política, es nuestra tarea esencial. Es verdad que el nuevo texto constitucional no resolverá de inmediato los efectos urgentes de la sistemática exclusión y discriminación a los que casi nos hemos acostumbrado, pero será un paso significativo y trascendental en el proceso de reencuentro nacional que urge en este momento.

Son agendas pendientes para este proceso constituyente: la propiedad y gestión de todos los recursos naturales del país, la redistribución de la tierra, la soberanía nacional, la transición de la democracia representativa/excluyente hacia una democracia participativa, la desmilitarización de la democracia hondureña, los roles de las fuerzas armadas y de la policía nacional, la diversificación de la economía nacional, la democratización del sistema judicial, el reconocimiento y garantía de nuevos derechos fundamentales de la persona, pueblos indígenas y los de la Madre Tierra.

Las instituciones públicas y privadas, ONGs, iglesias y demás entidades estamos en la obligación moral y cívica de acompañar este proceso. Para ello nuestras tareas urgentes son dos: fortalecer a los movimientos sociales que demandan e impulsan el proceso constituyente, y facilitar espacios de encuentro para la generación y construcción de propuestas concretas hacia la Asamblea Constituyente.

Debemos acompañar este proceso desde los caseríos, aldeas, municipios, departamentos y regiones. La construcción de las propuestas para la nueva Honduras tiene que ser de abajo para arriba. Debemos construir plataformas interinstitucionales, intereclesiales. Campesinos, citadinos, obreros, intelectuales, profesionales, indígenas, mujeres, todas y todos tenemos que consolidar alianzas para emprender el arduo camino hacia la nueva Honduras incluyente y participativa.

Si asumimos nuestra misión de acompañar este proceso histórico, estaremos heredando a quienes vienen después de nosotros un país redimido de su pecado original. De lo contrario, seguiremos padeciendo la maldición del mito de Sísifo, sumergidos en las Honduras del destino adverso. Entonces, Dios Padre y Madre de la Vida será implacable y nos increpará: “Caín, Caín, qué has hecho con tu hermano Abel. El clamor de su sangre ha llegado hasta mí”.



Friday, July 9, 2010

Un consejo para misioneros y ONGs

“Anda con el pueblo.
Vive con ellos.
Aprende de ellos.
Ámalos.
Comienza con lo que ellos saben.
Construye con lo que ellos tienen.
Pero sobre los mejores líderes.
Cuando el trabajo haya concluido.
La tarea haya sido cumplida,
El pueblo dirá,
‘Esto lo hemos hecho nosotros mismos.’”
Lao Tsu

Wednesday, April 28, 2010

Presbiterio de Santa Rosa de Copán en solidaridad con Padre Melo

COMUNICADO

“Aborrezco al que obra mal, no se juntará conmigo. Lejos de mi el corazón torcido, no aprobaré al malvado.” Sal 100

El Presbiterio de la diócesis de Santa Rosa de Copán, habiendo conocido las informaciones a cerca de las amenazas vertidas por distintos medios contra el P. Ismael Moreno (Padre Melo), a la opinión pública nacional e internacional hace saber:
  1. Nos solidarizamos con el P. Ismael Moreno nuestro hermano en el sacerdocio ministerial de Jesucristo.
  2. La defensa de la virginidad y de la castidad de una joven, en la historia de la Iglesia llevó al martirio a sacerdotes y obispos misioneros; por ejemplo Mons. Luis Versiglia y al Padre Caravario religiosos salesianos.
  3. Estamos firmemente convencidos, que la acción del P. Ismael Moreno está sustentada en la defensa de la dignidad de la persona humana y de los derechos humanos de la Srta. Irma Melissa Villanueva.
  4. La agresión sexual a las mujeres, es una conducta animalesca tendiente a demostrar superioridad y fuerza bruta, como intimidación y advertencia para todos los que piensan diferente.
  5. Las autoridades policiales y judiciales de Honduras, deben actuar con apego a la ley y a la justicia, contra los policías que cometieron actos de lujuria y de violación sexual contra Irma Melissa Villanueva y hojalá, como en ocasiones pasadas, no queden impunes; como por ejemplo los policías que hirieron de bala a manifestantes en la colonia 6 de mayo, Macuelizo, Santa Bárbara, el 17 de julio del año 2006.
  6. Las autoridades competentes, deben dar trámite a la denuncia formal que el P. Valentín Menéndez S.I, Superior de los Jesuitas, presentó a la fiscalía especial de los derechos humanos de San Pedro Sula, con fecha 17 de abril de 2010.
  7. Le hemos tomado la palabra al Señor Oscar Álvarez Ministro de Seguridad y Señor Presidente Porfirio Lobo Sosa, quienes han afirmado en público que en este gobierno no se va a tolerar la corrupción, ni tampoco a los policías delincuentes.
  8. Por este medio hacemos un llamado a todos los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas y a todas las comunidades eclesiales de base, para que nos unamos en una sola alma y un solo corazón para defender a la Iglesia Católica seriamente amenazada en la seguridad moral y física de algunos sacerdotes.
“ FELICES LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PORQUE SERÁN SACIADOS”. (Mt 5,6.)”

Santa Rosa de Copán a los 30 días del mes de abril del año 2010.
PRESBITERIO DE LA DIOCESIS DE SANTA ROSA DE COPÁN

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Leer una traducción en inglés.

Friday, April 23, 2010

Jesuitas sobre amenazas a Padre Melo

PRONUNCIAMIENTO DE LOS JESUITAS DE HONDURAS

Los Superiores de la Compañía de Jesús en Honduras, frente a las amenazas y coacciones de las que reiteradamente es objeto el P. Ismael Moreno, S.I. (P. Melo), manifestamos lo siguiente ante la opinión pública nacional e internacional:

PRIMERO: Denunciamos que en las últimas semanas el P. Melo ha sido objeto de amenazas a muerte por personas desconocidas a través de mensajes y llamadas a su teléfono celular. Tales amenazas hacen relación con la decisión humanitaria de facilitar protección a la joven Irma Melissa Villanueva en un caso conocido ya por la Fiscalía del Ministerio Público y por diversos organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.

SEGUNDO: Ratificamos que la relación del P. Melo con Irma Melissa y su familia se enmarca exclusivamente en los sucesos acaecidos el día 14 de agosto en Choloma, día en el que Irma Melissa acusa a varios policías de haberla violado con ocasión de una marcha de la resistencia en esa ciudad. La actuación del P. Moreno se enmarca dentro del compromiso cristiano frente a situaciones que requieren el acompañamiento humanitario de religiosos como él.

TERCERO: Advertimos que las amenazas contra el P. Melo no se refieren a él solo. La Compañía de Jesús denuncia que, Gerardo Chévez, reportero de Radio Progreso también está recibiendo amenazas e intimidaciones por su trabajo informativo en la Radio.

CUARTO: Comunicamos que el viernes 17 de abril el P. Valentín Menéndez S.I., superior de los jesuitas de El Progreso, Yoro, presentó una denuncia formal ante la Fiscalía Especial de los Derechos Humanos de San Pedro Sula, en la que pide se prosigan las investigaciones relativas a las amenazas y coacciones contra el P. Melo.

QUINTO: Exigimos a las autoridades nacionales la realización de una investigación diligente y efectiva sobre los hechos denunciados y hacemos un llamado urgente a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos para que le den seguimiento a este caso.
Dado en la ciudad de El Progreso, departamento de Yoro, a los diez y nueve días del mes de abril del año dos mil diez.

Valentín Menéndez S.I.
Superior de los Jesuitas de El Progreso.
Carlos Solano S.I. Juan José Colato S.I.
Superior de los Jesuitas de Yoro Superior de los Jesuitas de Tocoa.

Se puede encontrar el texto tambien en el blog de Radio Progreso.

Friday, April 9, 2010

Comunicado de una delegación de Pax Christi Internacional

Una delegación de Pax Christi Internacional visitó Honduras del 25 al 31 de marzo de 2010 para escuchar y conocer la situación actual del país y para expresar solidaridad al pueblo que está luchando por la justicia y por poner fin a las violaciones de derechos humanos.

La declaración completa se encuentra aqui.

Friday, March 5, 2010

Comunicado de la Diócesis de Trujillo ante las mentiras de periódico La Prensa

A C L A R A C I O N E S

El Consejo Presbiteral de la Diócesis de Trujillo, a los Medios de Comunicación y a la opinión pública en general:

En el diario LA PRENSA del 1 de marzo de 2010, y en la página 4 de la Serie Investigación, se cita un informe de inteligencia militar en poder de dicho periódico que, según los autores del reportaje, “ya está en poder de las autoridades de Gobierno”.

Refiriéndose al apoyo y adoctrinamiento de los grupos campesinos armados que mantienen tomadas varias fincas de palma africana en el Bajo Aguán la cita del informe de inteligencia militar, que suponemos textual, afirma que proviene de “una estructura montada en la región que va desde organizaciones no gubernamentales de corte socialista, sacerdotes de la orden de los jesuitas que pregonan la teología de la liberación en cada comunidad, dirigentes magisteriales y maestros radicales de izquierda, hasta medios de comunicación locales parcializados con las ideologías comunistas”.

Más adelante se cita el siguiente párrafo: “Es importante recalcar que la orden católica dominante en el departamento es la jesuita, adeptos a la teología de la liberación, la cual es una visión marxista del evangelio. De esta orden han salido todos los sacerdotes guerrilleros de la Iglesia incluyendo a Guadalupe Carney”.

Consideramos necesario hacer las siguientes aclaraciones.

1 – Los sacerdotes pertenecientes a la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, a quienes llamamos popularmente “jesuitas”, han acompañado a las familias más pobres del Departamento de Colón, que en su mayoría coinciden con la población campesina, para ayudarles en la defensa de sus derechos y para alcanzar las metas de su propio desarrollo.

2 – Esta actuación de los sacerdotes jesuitas obedece a la opción preferencial por los pobres que la Iglesia en América Latina ha hecho desde hace varias décadas. En el documento “Hacia la búsqueda de un desarrollo humano integral, justo y solidario en Honduras”, con fecha 6 de enero del presente 2010, los sacerdotes jesuitas que laboran en nuestra patria afirman: “Queda claro que la opción por los pobres es una concreción intrínseca de nuestra fe y en ella se juega el sentido de nuestra propia vida. Esta opción ha de ser personal y comunitaria, ha de cruzar a la persona concreta y a las estructuras, ha de pasar por el corazón y ha de expresarse en acciones históricas.”

El mismo Papa Benedicto XVI, en el discurso inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, del año 2007, se expresaba así: “En este esfuerzo por conocer el mensaje de Cristo y hacerlo guía de la propia vida, hay que recordar que la evangelización ha ido unida siempre a la promoción humana y a la auténtica liberación cristiana.” (DI, 3) La liberación integral por la que trabajan los sacerdotes jesuitas y toda la Iglesia Católica no es ni una acción marxista ni una acción que pertenezca a ninguna ideología política. Es una acción inspirada en el Evangelio que nos exige luchar contra toda ideología que manipule al pueblo. Y eso es lo que hacen los sacerdotes jesuitas en nuestra Diócesis de Trujillo.

Nos consta el esfuerzo que hicieron los sacerdotes jesuitas y la diócesis en general hace unos dieciocho años, por convencer a los campesinos de que no vendieran las tierras que ahora son motivo de este violento conflicto. De igual manera en ningún momento hemos promovido la recuperación de tierras por parte de campesinos.

3 – También se recoge, en el reportaje de LA PRENSA, la siguiente cita del informe de inteligencia militar: “Autoridades de la Iglesia Católica del sector tienen fuertes lazos con las agrupaciones campesinas en el departamento, oficialmente para promover grupos ambientalistas y étnicos, pero se cree que también para fortalecer su partido (la Democracia Cristiana)”.

El apoyo a partidos políticos es un derecho individual de todo ciudadano. Sin embargo, ningún miembro de la Jerarquía de la Iglesia Católica en la Diócesis de Trujillo, que conforman los Departamentos de Colón y Gracias a Dios, tiene ningún compromiso con ningún partido político y, por tanto, tampoco con la Democracia Cristiana. Compartimos las palabras del Papa Benedicto XVI cuando afirma en el mismo discurso inaugural citado en el numeral anterior: “Si la Iglesia comenzara a transformarse directamente en sujeto político, no haría más por los pobres y por la justicia, sino que haría menos, porque perdería su independencia y su autoridad moral, identificándose con una única vía política y con posiciones parciales opinables. La Iglesia es abogada de la justicia y de los pobres precisamente al no identificarse con los políticos ni con los intereses de partido. “(DI, 4)

Una vez aclarados estos puntos, creemos necesario pedir unas aclaraciones.

a) A la Inteligencia Militar de las Fuerzas Armadas de Honduras y a las Autoridades de la Policía Nacional:
  • Les pedimos que informen a la población de las víctimas que hasta el momento se han producido por este conflicto y los responsables de estos hechos sangrientos.
  • Les solicitamos también, en nombre de la población que cree en la paz y respeta la vida, se nos informe del desarme general que se anunció antes de las elecciones generales de noviembre pasado; de sus resultados y de sus objetivos, así como de las intenciones de las Autoridades militares y policiales al no perseguir contundentemente, el tráfico de armas cuando parece que, estas mismas autoridades, nos advierten del peligro de que se organice una célula guerrillera en el Bajo Aguán.
b) A las autoridades responsables de la lucha contra el narcotráfico, les urgimos que aclaren los movimientos de los distintos cárteles de la droga que tienen invadidos los Departamentos de Colón y Gracias a Dios y de su participación en estos conflictos agrícolas. Se trata de que la población pueda conocer a lo que se expone y se proteja de las consecuencias imprevisibles, ilegales, inmorales y siempre violentas que tiene el implicarse en esta actividad que está destruyendo tantas vidas y que pretende convertir a Honduras en un narco-estado.

c) Pedimos a la Inteligencia Militar que justifique ¿cómo un supuesto documento interno y desactualizado pudo trascender a un medio de Comunicación?

d) A los Medios de comunicación, solicitamos ser más cuidadosos a la hora de citar fuentes desactualizadas, que provocan desinformación y confusión en la opinión pública, atentando a la buena fama de personas e instituciones.

La Iglesia Católica defiende la vida y la dignidad de todo ser humano. Rechaza, por tanto cualquier forma de violencia y también cualquier juicio que, sin apegarse a la verdad, pueda difamar o desacreditar a las personas y a las instituciones. Será deseable, si este informe militar es auténtico, que las Autoridades Militares revisen y actualicen sus informaciones.

Confiamos que el diálogo que el señor Presidente de la República, Don Porfirio Lobo Sosa propicia como camino democrático, sirva en este conflicto para mostrar los caminos legales desde los cuales debe resolverse. Pedimos a las partes litigantes que depongan las armas para que sea la fuerza de la razón, el sentido común y la legalidad lo que al fin se imponga.

Dado en la ciudad de Trujillo, a los dos días del mes Marzo de 2010.

http://hondurasenlucha.blogspot.com/2010/03/comunicado-de-la-diocesis-de-trujillo.html

Sunday, February 28, 2010

Carta a una activista por la paz

De una carta de Thomas Merton a Jim Forest

No dependas de la esperanza en los resultados. Cuando estás realizando … un trabajo apostólico, tienes que planearte el hecho de que tu trabajo sea aparentemente inútil y que incluso no llegue a ningún resultado, o que hasta obtenga resultados completamente opuestos a los esperados. a medid que vas asimilando esta idea, comienzas a concentrarte cada vez más no en los resultados, sino en los valores, en la rectitud, en la verdad del propio trabajo. Y, así mismo, hay también un gran trecho que recorrer hasta que dejes de luchar cada vez menos por un idea y lo hagas más específica. La perspectiva se va estrechando cada vez más, pero se vuelve mucho más real. Al final … es la realidad de las relaciones humanas lo que salva todo…

Es muy fácil alimentarse hasta la saciedad con ideas y eslóganes y mitos que, a la postre, le dejan a uno con la mochila vacía y sin trazas de significado alguno en ella. Y entonces la tentación es gritar más fuerte que nunca, a fin que aparezca allí el significado de nuevo por arte de magia… Los grandes resultados no están del todo en tus manos o en las mías, sino que pueden aparecer de repente, y nosotros podemos compartirlos; pero no hay razón para que construyan nuestras vidas sobre estas satisfacciones personales, que nos pueden ser negadas y que, después de todo, no so tan importantes… Lo más importante, después de todo, es vivir, no para apurar la vida al servicio de un mito ( y a veces transformamos en mitos las cosas mejores). Si quieres verte libre de la dominación de causas y servir sólo a la verdad de Cristo, serás capaz de hacer más y te verás menos frustrado por los inevitables disgustos… La esperanza real … no está en algo que pensamos que podemos hacer, sino en Dios, que está haciendo algo bueno por ello, y que en cierto sentido nosotros no podemos ver. Si nosotros podemos hacer su voluntad, estamos ayudando en ese proceso. Pero nosotros no tenemos por qué saber todo de antemano.

Carta del monje trapense Thomas Merton a Jim Forest, 21 de febrero de 1966
citado en Jim Forest, Thomas Merton. Vivir con sabiduría (Madrid, PPC, 1997), pp. 171-172.

En ese entonces Jim Forest fue co-director del Movimiento Católico por la Paz.

Carta a una activista por la paz

De una carta de Thomas Merton a Jim Forest

No dependas de la esperanza en los resultados. Cuando estás realizando … un trabajo apostólico, tienes que planearte el hecho de que tu trabajo sea aparentemente inútil y que incluso no llegue a ningún resultado, o que hasta obtenga resultados completamente opuestos a los esperados. a medid que vas asimilando esta idea, comienzas a concentrarte cada vez más no en los resultados, sino en los valores, en la rectitud, en la verdad del propio trabajo. Y, así mismo, hay también un gran trecho que recorrer hasta que dejes de luchar cada vez menos por un idea y lo hagas más específica. La perspectiva se va estrechando cada vez más, pero se vuelve mucho más real. Al final … es la realidad de las relaciones humanas lo que salva todo…

Es muy fácil alimentarse hasta la saciedad con ideas y eslóganes y mitos que, a la postre, le dejan a uno con la mochila vacía y sin trazas de significado alguno en ella. Y entonces la tentación es gritar más fuerte que nunca, a fin que aparezca allí el significado de nuevo por arte de magia… Los grandes resultados no están del todo en tus manos o en las mías, sino que pueden aparecer de repente, y nosotros podemos compartirlos; pero no hay razón para que construyan nuestras vidas sobre estas satisfacciones personales, que nos pueden ser negadas y que, después de todo, no so tan importantes… Lo más importante, después de todo, es vivir, no para apurar la vida al servicio de un mito ( y a veces transformamos en mitos las cosas mejores). Si quieres verte libre de la dominación de causas y servir sólo a la verdad de Cristo, serás capaz de hacer más y te verás menos frustrado por los inevitables disgustos… La esperanza real … no está en algo que pensamos que podemos hacer, sino en Dios, que está haciendo algo bueno por ello, y que en cierto sentido nosotros no podemos ver. Si nosotros podemos hacer su voluntad, estamos ayudando en ese proceso. Pero nosotros no tenemos por qué saber todo de antemano.

Carta del monje trapense Thomas Merton a Jim Forest, 21 de febrero de 1966
citado en Jim Forest, Thomas Merton. Vivir con sabiduría (Madrid, PPC, 1997), pp. 171-172.

En ese entonces Jim Forest fue co-director del Movimiento Católico por la Paz.

Comunicado-Conferencia Episcopal de Honduras -febrero 2010

ASAMBLEA ORDINARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE HONDURAS

“Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo a favor de todos los santos, sus hermanos”(Ef. 6, 18).

Durante los días del 9 al 12 de Febrero hemos celebrado la primera Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal de Honduras correspondiente al presente año 2010.

Juntos hemos agradecido a Dios el fervor mariano compartido con el Pueblo de Dios y manifestado en la fiesta de Nuestra Señora la Virgen de Suyapa, Patrona de Honduras.

Hemos agradecido también la ternura de Dios para con las personas enfermas al conmemorar a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Lourdes, en la XVIII Jornada Mundial del Enfermo.

Compartimos con los representantes de ADVENIAT su interés por los Delegados de la Palabra de Dios, al tiempo que les agradecimos la generosa ayuda que esta institución de la Iglesia Católica de Alemania ofrece a la Iglesia en Honduras para que pueda dar mejores frutos en su tarea evangelizadora.

En un clima de oración y comunión, examinamos la actitud profética y evangelizadora que debe tener la Iglesia Católica ante la realidad política, económica y social que vive nuestra patria en estos momentos en que comienza una nueva etapa de su historia con un nuevo gobierno.

Coherentes con nuestra fe, consideramos un deber moral que todos los creyentes nos comprometamos, de acuerdo con nuestra vocación y condición personal, a participar en la vida democrática que el pueblo de Honduras ha escogido. Y que lo hagamos como instrumentos de esa reconciliación que necesitamos con urgencia en todos los ámbitos de la convivencia social.

Como ciudadanos, debemos saber exigir a las nuevas autoridades, dentro de los cauces legales, una gestión transparente y basada en el principio de la Justicia Social en que tanto insiste la Doctrina Social de la Iglesia en todas sus enseñanzas. Debemos exigir una atención justa y preferencial a los pobres que son la mayoría de nuestra población así como el cumplimiento de todas las promesas que se hicieron al pueblo.

Los Obispos hemos discernido lo que la Iglesia Católica puede y debe hacer frente a realidades difíciles que se perpetúan más allá de los gobiernos que rigen nuestro caminar y que, a veces, se agudizan por su incapacidad. Pensamos en el crecimiento de la acción y del poder de los narcotraficantes y del crimen organizado; en la corrupción tan difícil de erradicar; en el considerable déficit fiscal; en la mora legislativa que permite situaciones que perjudican a nuestro pueblo, a los recursos naturales y al medio ambiente.

Los Obispos de Honduras nos comprometemos a seguir trabajando en nuestras respectivas Diócesis junto con los sacerdotes, religiosos, religiosas, misioneros y fieles para dar respuesta a los retos señalados.

Renovamos la opción preferencial por los pobres. Consecuencia de esta opción es la tarea de reorganizar y fortalecer la Pastoral Social a todos los niveles, nacional, diocesano y parroquial a fin de que sea, como dice el Documento de Aparecida, “estructurada, orgánica e integral que, con la asistencia, la promoción humana, se haga presente en las nuevas realidades de exclusión y marginación que viven los grupos más vulnerables, donde la vida está más amenazada” (Documento de Aparecida # 401).

Estando ya cerca el tiempo de Cuaresma, exhortamos a todos los fieles a iniciar un camino de conversión que nos permita reconocer nuestra debilidades y limitaciones para hacer posible la reconciliación en el seno de la Iglesia y de la sociedad; un camino de gracia que nos permita descubrir el Amor de Cristo que se hace Camino para conducirnos a la gloria pasando por la cruz. Vivir la Cuaresma, en definitiva, como un tiempo privilegiado que nos lleva al gozo de la Pascua del Señor, cuya alegría nadie nos podrá arrebatar (ver Jn. 16, 22).

Conferencia Episcopal de Honduras

Sunday, January 17, 2010

Palabra de los jesuitas en Honduras, 2010

Palabra de la Compañía de Jesús ante la realidad nacional

“Hacia la búsqueda de un desarrollo humano integral, justo y solidario en Honduras”.

Estamos en la víspera de una nueva administración pública, y en circunstancias normales, ese hecho siempre es una oportunidad que despierta esperanzas para la sociedad entera. Sin embargo, la ruptura constitucional ocurrida tras el golpe de Estado el 28 de junio del año 2009 agudizó un conflicto que se ha venido acumulando por muchos años. La asunción de una nueva administración pública sólo puede ser una real oportunidad para toda la sociedad, si se sitúa en el primordial desafío nacional de buscar una verdadera ruta de salida a la profunda división y polarización que corroe a toda la familia hondureña.


El año 2010 nos recibe con todos nuestros tejidos humanos, sociales, políticos y religiosos resquebrajados. Necesitamos abrir caminos a través de una ruta en la que todos los sectores de la sociedad comprometamos nuestra palabra y nuestro corazón, porque los consensos han desparecido, y necesitamos comprometer nuestra suerte con una Convocatoria Nacional en torno a un Nuevo Pacto Social que nos conduzca hacia un proyecto de país con el fin de rehacer los tejidos rotos y orientarnos por un camino de auténtica reconciliación.

Para avanzar hacia esta convocatoria de un Nuevo Pacto Social, los miembros de la Compañía de Jesús en Honduras (padres y hermanos jesuitas), sugerimos tomar en cuenta los siguientes factores tan presentes en la actual crisis nacional:


1. Conversión:

“Las instituciones sociales no garantizan por sí mismas, casi mecánicamente, el bien de todos: “la renovación interior del espíritu cristiano” debe preceder al compromiso de mejorar la sociedad”1. 
Ante la actual situación nacional, consideramos que un punto de partida debería ser el reconocimiento de que en esta crisis hondureña, nadie está exento de responsabilidad, y nadie puede culpar de todo a los demás, ni menos considerarse poseedor de la verdad. Para buscar una ruta de salida es condición de posibilidad que cada persona y cada sector del país se mueva en su posición hacia el encuentro de las posiciones de los demás. Si todos nos movemos de nuestras propias posturas, podremos avanzar hacia la construcción de un camino que sea expresión de consensos compartidos. Desde nuestra fe cristiana, ese reconocimiento autocrítico, de apertura y de movilidad hacia la escucha y discernimiento de lo que los demás creen y piensan, son propiamente expresiones de una auténtica conversión; la cual lleva a que las decisiones de cambios al interior del corazón se expresen en sentir, mirar y escuchar no sólo como cada quien lo vive, sino a partir de aceptar el modo de vivir de los demás, a quienes normalmente catalogo como mis adversarios o mis enemigos. Sin una decisión que sea fruto de una auténtica conversión cristiana, cualquier acuerdo sobre una salida a la crisis actual, será siempre una salida a medias, que en los hechos significará dejar siempre instalado el conflicto en el Estado y en la sociedad.

Recordemos algunas palabras de Juan Pablo II en su mensaje en la Jornada mundial de la Paz en 1997: “el peso del pasado, que no se puede olvidar, puede ser aceptado sólo en presencia de un perdón recíprocamente ofrecido y recibido: se trata de un recorrido largo y difícil, pero no imposible”2.
 “El perdón recíproco no debe anular las exigencia de la justicia, ni mucho menos impedir el camino que conduce a la verdad: justicia y verdad representan, en cambio los requisitos concretos de la reconciliación”3.


2. Modelo económico:

“Los estudiosos de la ciencia económica, los trabajadores del sector y los responsables políticos deben advertir la urgencia de replantear la economía, considerando por una parte, la dramática pobreza material de millones de personas y, por la otra, el hecho de que a las actuales estructuras económicas, sociales y culturales les cuesta hacerse cargo de las exigencias de una auténtico desarrollo”.4 Una ruta verdadera para resolver el actual conflicto debe tener signos históricos y verificables de transformar el actual modelo económico que genera una brecha creciente, y actualmente parece imparable entre ricos y pobres. Mientras persista este modelo sustentado en la exclusión social, será siempre un decisivo factor de inestabilidad política y productor de violencia. Recordemos que “el subdesarrollo… es una injusta situación promotora de tensiones que conspira contra la paz”5. Cualquier salida verdadera y de largo alcance al conflicto deberá tener la disposición de todos los sectores a transformar las bases del actual modelo, a partir de un compromiso, también verificable, con los sectores que en la sociedad se encuentran con menos ventajas para sacar adelante su vida con decoro y dignidad.


3. Opción preferencial por los pobres:

El descentrarnos de nuestros intereses particulares para buscar una ruta de salida que tenga en el centro la vida y dignidad de los sectores más indefensos, es lo que en nuestra fe cristiana asumimos como Misterio de la Encarnación, de un Dios que salva a la humanidad entera encarnándose en lo más débil de este mundo6 y que desde el Episcopado latinoamericano y caribeño, lo llamamos opción preferencial por los pobres. Esta opción, “es uno de los rasgos que marca la fisonomía de la Iglesia latinoamericana y caribeña (…) Si esta opción está implícita en la fe cristológica 7, los cristianos como discípulos y misioneros estamos llamados a contemplar en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos: los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo8…Todo lo que tenga que ver con Cristo, tiene que ver con los pobres y todo lo relacionado con los pobres reclama a Jesucristo…”9

Queda claro que la opción por los pobres es una concreción intrínseca de nuestra fe y en ella se juega el sentido de nuestra propia vida. Esta opción ha de ser personal y comunitaria, ha de cruzar a la persona concreta y a las estructuras, ha de pasar por el corazón y ha de expresarse en acciones históricas.


4. Comisión de la Verdad:

“La Verdad nos hará libres”.10 Una ruta verdadera de salida para resolver el actual conflicto tendría que pasar por el compromiso de saber la verdad de lo que en efecto ocurrió sobre violaciones a los derechos humanos, delitos de lesa humanidad y de violación a la libertad de expresión antes, durante y después de los hechos del 28 de junio del 2009. Si de verdad queremos avanzar hacia una salida que nos lleve a reconciliarnos entre toda la familia hondureña, hemos de investigar a fondo y escudriñar en aquellos hechos en donde hubo tal abuso de poder que quedaron heridas humanas que no se pueden sanar mientras las víctimas no sean dignificadas y los hechos asuman su responsabilidad a partir de un serio e imparcial proceso judicial. Para ello, es imprescindible una instancia independiente, conformada por personalidades y sectores nacionales e internacionales de alta credibilidad e imparcialidad en sus juicios para que, en un plazo no mayor de noventa días a partir de su constitución, ofrezca un primer informe al gobierno y a la sociedad sobre lo ocurrido en el período anotado, con la identificación de los hechos, autores y víctimas, y con el compromiso por parte del Estado de someter a juicio a los responsables de situaciones de barbarie.


5. Corrupción Política:

Para una salida al conflicto con alcance duradero y firme, es necesario que exista un compromiso, con mecanismos verificables, para hacer frente a la corrupción política del Estado y en la cual intervienen factores que vinculan a diversos sectores con responsabilidades en la vida política y empresarial del país. La corrupción política es una de las enfermedades más agudas que sufre nuestro país, y su daño es tan profundo que en muchas ocasiones quienes más hablan y proponen medidas para combatirla son quienes más cuestionados están por su compromiso con la misma. En nuestro país, muchísimas cosas no funcionan o funcionan a medias o funcionan mal. Sin embargo, hay una instancia que hasta ahora ha funcionado impecablemente: el bipartidismo, con su impresionante capacidad para capitalizar a su favor todas las reformas que se hacen. La casi generalidad de las instituciones que se crean para disminuir la corrupción acaban siendo integradas por miembros elegidos o nombrados por las elites del bipartidismo político. Eso se llama corrupción política, y el Compendio de la Doctrina social de la Iglesia Católica identifica muy bien los peligros y daños que esta corrupción representa para la sociedad: “Entre las deformaciones del sistema democrático, la corrupción política es una de las más graves porque traiciona al mismo tiempo los principios de la moral y las normas de la justicia social; compromete el correcto funcionamiento del Estado, influyendo negativamente en la relación entre gobernantes y gobernados; introduce una creciente desconfianza respecto a las instituciones públicas, causando un progresivo menosprecio de los ciudadanos por la política y sus representantes, con el consiguiente debilitamiento de las instituciones. La corrupción distorsiona de raíz el papel de las instituciones representativas, porque las usa como terreno de intercambio político entre peticiones clientelistas y prestaciones de los gobernantes. De este modo, las opciones políticas favorecen los objetivos limitados de quienes poseen los medios para influenciarlas e impiden la realización del bien común de todos los ciudadanos.”11

6. Despolitización y vigilancia social:

Para combatir la corrupción, valoramos necesario el fortalecimiento de la institucionalidad y el Estado de derecho con el fin de cumplir con la divisa de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, y que no existen privilegios porque el Estado de derecho garantiza que nadie está por encima de la ley. En este sentido, vemos necesario recordar que “la autoridad debe emitir leyes justas, es decir, conformes a la dignidad de la persona humana, y a los dictámenes de la recta razón… cuando por el contrario una ley está en contraste con la razón, se le denomina ley inicua; en tal caso cesa de ser ley y se convierte más bien en un acto de violencia.”12
 Igualmente consideramos necesaria la creación de mecanismos que garanticen la independencia institucional del Estado de los partidos políticos, y que los órganos contralores del Estado estén conformados por miembros cuya elección no depende de los dirigentes de los partidos políticos e igualmente sugerimos como necesaria la creación de instancias de los diversos sectores de la sociedad, vinculadas con los órganos contralores del Estado, con la función de vigilancia social sobre los presupuestos nacionales, municipales y de las instancias autónomas y semiautónomas del Estado.


7. Inseguridad y violencia:

Para una salida verdadera al conflicto que nos tiene polarizados, consideramos que se debe avanzar hacia un compromiso frente a la problemática de inseguridad ciudadana y violencia que afecta la vida de toda la sociedad, y que se ha logrado establecer con expresiones de saña y crueldad como manifestación extrema del deterioro y desprecio a la vida y dignidad de los seres humanos. No creemos que los signos y manifestaciones de violencia se resuelven con políticas públicas que acentúen las medidas coercitivas y menos se resuelve la violencia con decisiones legislativas que criminalizan a determinados sectores sociales por el sólo hecho de ser jóvenes y vivir en áreas urbanas o rurales marginalizadas. No creemos en políticas públicas que priorizan respuestas duras por encima de las preventivas porque en lugar de avanzar a una resolución de la violencia, son generadoras de ambientes revanchistas. Queremos apuntar las causas que de raíz son productoras de violencia y de inseguridad. Por esto, proponemos: que el Estado promueva y ponga en marcha políticas que reactiven el agro para evitar así la emigración de la juventud hacia las ciudades, políticas de producción y de empleo permanentes y dignos tanto en las ciudades como en el campo; que se pongan en marcha medidas firmes orientadas a una verdadera depuración y formación de las estructuras y personal de la policía, comenzando por la oficialidad; reformas al sistema penitenciario; así como la puesta en marcha de nuevas y decisivas políticas contra el narcotráfico y el enriquecimiento ilícito que tanto corroen los tejidos sociales de nuestra nación.


De este modo, la Compañía de Jesús ratifica su compromiso al servicio de la fe y promoción de la justicia en Honduras y manifiesta su interés por buscar caminos que lleven a una verdadera paz, fruto de la justicia13.


Dado en Honduras, el 6 de enero del 2010. Día de la Epifanía del Señor Jesús.



Notas
1 Pio XI, Quadragesimo anno, 218.
2 Cfr. Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada mundial de la paz, 1997
3 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 518
4 Juan Pablo II, Carta encíclica Sollicitudo rei sociales (1988), 570
5 II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Medellín (1968). Pág. 109
6 Cfr. Juan 1,14
7 Cfr. Benedicto XVI, Deus caritas est (2005)
8 Benedicto XVI, Discurso N. 3 CELAM Aparecida (2007). Cf. 2 Cor 8,9.
9 V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Aparecida (2007). Nros. 391, 393
10 Juan 8, 32
11 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 411
12 Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, I-II, Ed. Leon 7, 164
13 Isaías 32, 17


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