Tuesday, October 29, 2013

Mensaje de la Conferencia Episcopal de Honduras, octubre de 2013

CONFERENCIA EPISCOPAL DE HONDURAS
Mensaje

“Elige entre los hombres del pueblo algunos que sean valiosos y que teman a Dios, hombres íntegros y que no se dejen sobornar y los pondrás frente al pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta o de diez. Ellos harán de jueces para tu pueblo a cualquier hora” (Éxodo 18, 21 – 22 a).


I.- NUESTRAS INTENCIONES

1 – Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras, reunidos en Asamblea Ordinaria, dirigimos este mensaje en primer lugar a todas las comunidades católicas de nuestras diócesis y, también, a toda la población hondureña movidos por el deseo de que estas elecciones generales del 24 de noviembre de 2013, sean un paso en firme para el fortalecimiento de instituciones políticas que garanticen una convivencia justa, libre y promotora de la dignidad de cada uno.

2 – El 11 de octubre de 2012 publicamos la carta pastoral titulada “Reflexiones con motivo del actual proceso electoral en Honduras”. En ella manifestábamos nuestra intención de “colaborar en el fortalecimiento del sistema democrático del país”. Hoy, con el presente mensaje, reiteramos el mismo compromiso y la actualidad de aquellas reflexiones.


II.- UNA MIRADA CARGADA DE ESPERANZA

3 – En estos momentos, y junto a la mayoría de la población, quisiéramos poder despejar tantas dudas: ¿habrán elecciones transparentes? ¿Se desarrollarán en paz y sin violencia? ¿Nos ayudarán a salir de la crisis que envuelve al país?, ¿Serán aceptados los resultados?, etc.

A pesar de estas incertidumbres, vemos ciertos signos, que podríamos considerar positivos, en la sociedad civil, en los partidos políticos, en las instituciones. Signos de que, aun cuando sigue influyendo el peso de algunos políticos incorregibles, la confrontación, el descrédito del adversario, el fraude, el engaño y la manipulación de los sencillos, van dejando paso a la sensatez y madurez política.

Consideremos algunos de estos signos:

4 – El Tribunal Supremo Electoral (TSE), aun dando muestras de ciertas debilidades internas, mantiene una actividad permanente de consulta y búsqueda para establecer los mejores mecanismos que le permitan anticiparse a cualquier escenario que pueda poner en entredicho los resultados en los comicios electorales.

5 - Los candidatos presidenciales han mostrado madurez política al suscribir, el pasado 20 de agosto, ante las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y del Registro Nacional de las Personas (RNP) un “Pacto Político Ético” que les obliga a respetar los resultados del los próximos comicios y a obrar con imparcialidad, responsabilidad y transparencia. Así mismo, les compromete a desarrollar una campaña electoral “basada en principios éticos, en la transparencia y en el respeto de la Constitución y la legislación electoral”.

6 – Diferentes instituciones internacionales han manifestado su interés en enviar observadores para monitorear el proceso electoral. También diversas organizaciones de la sociedad civil hondureña, se preparan para ejercer las funciones de observación y auditoría social.

De igual forma, algunas Universidades y plataformas de la sociedad civil están realizando foros de discusión con los candidatos que logran despertar el interés de la población hacia sus propuestas de gobierno. Ello es una excelente oportunidad para que los candidatos y candidatas escuchen al pueblo.

7 –Miembros de la Iglesia Católica están presentes en todas esas plataformas; y también, a través de los propios cauces tanto personal como comunitariamente, la Iglesia Católica se suma al esfuerzo para que las elecciones sean transparentes. Un ejemplo de ello es la “Campaña Educativa Política” que lleva a cabo Caritas de Honduras, dirigida a toda la población. En dicha Campaña se da especial atención a la juventud que se va incorporando a ese gran colectivo con derecho a ejercer el sufragio, de manera que participen activamente “antes, durante y después” de la elecciones.


III.- NUESTRA VISIÓN PASTORAL

8 - Miramos con profundo dolor y compasión el grave deterioro de la salud, de la enseñanza, del trabajo, de la seguridad. Urgimos a todos los candidatos a mostrar  su cercanía al sufrimiento que ese deterioro genera y a presentar propuestas claras, con presupuestos creíbles para cambiar estas situaciones. La conquista del poder no debe ser para abusar de él, sino para usarlo en bien de toda la colectividad. Urgimos especialmente a los candidatos católicos para que, desde un buen conocimiento de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, se comprometan a estar siempre atentos a las situaciones de injusticia y dolor.  Revertir la pobreza en todas sus manifestaciones es la tarea prioritaria de cualquier gobierno.

 9 – El Papa Juan Pablo II afirmó: “En el ejercicio del poder político es fundamental aquel espíritu de servicio que, unido a la necesaria competencia y eficiencia, es el único capaz de hacer “transparente” o “limpia” la actividad de los hombres políticos, como justamente, además, la gente exige. Esto urge la lucha y la decidida superación de algunas tentaciones, como el recurso a la deslealtad y a la mentira, el despilfarro de la hacienda pública para que redunde en provecho de unos pocos y con intención de crear una masa de gente dependiente, el uso de medios equívocos e ilícitos para conquistar, mantener y aumentar el poder a cualquier precio.” (Christifideles laici, 42)

10 – Creemos muy necesario, en este momento de la historia de Honduras, que estos comicios sean, según la expresión popular, una auténtica “fiesta cívica”, para que podamos transitar de la celebración de las elecciones generales a la celebración de la vida en la que la DIGNIDAD DE LA PERSONA y sus DERECHOS sea respetada, y en la que el BIEN COMÚN se imponga como criterio ético y operativo de toda forma de gobierno. Por eso, no cabe ver tampoco las elecciones como un fin; son, tan solo, un medio para que nuestra democracia sea verdadera.

11 – Es todo el pueblo hondureño, no sólo los partidos políticos, quien debe recuperar su soberanía y su protagonismo en la vida pública y en la vida política. “Es responsabilidad de todos mantener la gobernabilidad del país, de manera que el pueblo hondureño pueda expresarse como sujeto de su propio destino, organizarse para encontrar alternativas a sus problemas y participar en la toma de decisiones, fiscalización, control y ejecución de los asuntos gubernamentales. No puede darse un cambio profundo y duradero si no participa en el mismo toda la población” (Carta pastoral “Por los caminos de la esperanza”, nº 55)

12 – En nuestra anterior carta pastoral acerca del proceso electoral, hacíamos énfasis en lo inadecuado y negativo que resulta el abstencionismo. Porque significa abandonar el derecho a participar y permitir que la democracia quede en manos de una minoría que, amparada en la legitimidad del proceso electoral, se impone sobre todo el pueblo. Al votar adquirimos la fuerza moral de reclamar a las autoridades elegidas el cumplimiento de sus obligaciones, que son mucho más importantes que sus promesas. Confiamos en que las Instituciones del Estado que tienen la responsabilidad de documentar debidamente a la población lo hagan en el tiempo necesario que permita a todos los ciudadanos el ejercicio del voto.


IV.- NUESTRAS PROPUESTAS

13 – Pedimos a todas las personas con derecho a ejercer el sufragio, que lo hagan conscientemente, es decir, con conocimiento de la realidad, habiéndose informado sobre las candidaturas y después de haber reflexionado y orado sobre lo que más le conviene a Honduras.

14 – Confiamos en que el pueblo sabrá escoger a sus representantes entre los candidatos y candidatas de probada integridad, que viven y defienden los principios democráticos, los valores éticos de sinceridad, laboriosidad, honradez, transparencia, respeto de las opiniones ajenas y claro compromiso por el bien común, especialmente de la población empobrecida y marginada. Candidatas y candidatos que vivan más preocupados por el futuro de las próximas generaciones que por el resultado de las próximas elecciones.

15 – Les pedimos también, por el bien de Honduras, que voten libremente, es decir, sin condicionar ni malversar su voto ni por sobornos, ni por presiones o amenazas, ni por simple costumbre. Que voten por quienes muestren un mejor conocimiento y cercanía a la realidad, por quienes dediquen más tiempo y energía a explicar sus propuestas, habiendo dado pruebas de su honestidad y compromiso con la justicia, así como de respeto al sistema democrático.

16 – Exhortamos al electorado a que esté vigilante y dispuesto a detectar y denunciar cualquier fraude o práctica ilegal que pueda alterar la transparencia y el resultado de los comicios.

17 – Exhortamos a las comunidades cristianas a que aprovechen esta oportunidad que nos ofrecen las elecciones para dar un verdadero testimonio de participación, de conciliación, de unidad y de respeto, por encima de los colores políticos.


V.- NUESTRA CONFIANZA EN EL FUTURO

18 – Confiamos en que el proceso electoral bien realizado y con elevada participación ciudadana, dé paso a una reorganización social y política que permita “la elaboración de un proyecto nacional incluyente al servicio de una democracia pluralista, participativa, justa, responsable, respetuosa de la dignidad humana, dialogante, promotora del bien común y defensora de los Derechos Humanos. Que sea este el estilo de vida y cultura democrática de nuestro pueblo.” (Carta pastoral “Reflexiones con motivo del actual proceso electoral en Honduras”, n° 26)

19 – La participación en la construcción de una sociedad justa y solidaria es tarea permanente. Como católicos, y a la luz de la fe reconocemos las exigencias de una “caridad política” que hemos de vivir permanentemente. (Ver “Lumen Fidei” nn. 50, 54) Urgimos a todos los católicos no solo a participar en el proceso electoral sino a promover y participar habitual y activamente en patronatos, asociaciones de padres, sindicatos, asociaciones profesionales y empresariales, y en toda iniciativa que promueva la participación y la defensa de la dignidad de cada ciudadano.

20 – Confiamos en que si se logra un proceso electoral basado en los valores que hemos mencionado, es más factible que, a nivel internacional, se corrija la imagen que muchas naciones tienen de Honduras como país violento e ingobernable. En este mundo globalizado no podemos menospreciar el respeto al que tenemos derecho por parte del concierto de naciones tanto a nivel regional como continental e intercontinental. Y, sobre todo, será invaluable la satisfacción personal y comunitaria de haber contribuido, con nuestra participación, a mantener la esperanza de futuro para ese “Estado de Derecho, soberano, constituido como república libre, democrática e independiente”, que es Honduras, tal como nos define el artículo 1 de nuestra Constitución.

21 – Pedimos con fe al Señor que ilumine nuestras mentes y corazones para que actuemos honrada y dignamente ante un acontecimiento que es vital para nuestra patria. Que el Señor nos dé el sentido de la responsabilidad para actuar pensando, sobre todo, en un futuro digno, seguro y pacífico para los niños y jóvenes que tienen derecho a recibir la mejor herencia posible: una Honduras reconciliada y en paz.

Santa María de Suyapa interceda por Honduras ante su Hijo y nos bendiga con su maternal protección.

Comayagüela, 9 de octubre de 2013.

CONFERENCIA EPISCOPAL DE HONDURAS



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