Adviento
El Adviento inaugura el año litúrgico; es un periodo de cuatro semanas durante el cual la Iglesia se prepara para celebrar la Navidad.
La palabra “Adviento” quiere decir “la venida”. Celebramos la venida de Jesús en el pasado (su nacimiento en Belén), vivimos su presencia en el presente (en la eucaristía, la iglesia, y la palabra de Dios), y esperamos su gloriosa venida al fin del tiempo.
El Adviento debía de llamarnos la atención para descubrir en cada hermano que saludamos, en cada amigo al que le damos la mano, en cada mendigo que me pide pan, en cada obrero que quiere usar el derecho de organización en un sindicato, en cada campesino que va trabajando en los cafetales, el rostro de Cristo. No sería capaz de robarle, de engañarle, de negarle sus derechos; es Cristo, y todo lo que haga con el, Cristo lo tomará como hecho a El. Este es el Adviento: Cristo que vive entre nosotros.
Monseñor Oscar Arnulfo Romero
Arzobispo de San Salvador, El Salvador
de la homilía del 3 de diciembre 1978
Primera semana de adviento
Tema: “Estén alertos”
El primer mensaje que escuchamos en el Adviento es la llamada de estar atentos. El Señor vendrá cuando no lo espera.
Oración inicial
Lectura del evangelio según San Marcos 13, 33-37
“Estén atentos y vigilando, porque no saben cuándo llegará ese momento.
Cuando un hombre va al extranjero y deja su casa, entrega responsabilidades a sus sirvientes, cada cual recibe su tarea, y al portero le exige que esté vigilante. Lo mismo ustedes: estén vigilantes, porque no saben cuándo regresará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o de madrugada; no sea que llegue de repente y los encuentre dormidos.
Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: Estén despiertos.”
Reflexión:
La palabra “Adviento” quiere decir “la venida”. El Adviento tiene un triple carácter. Además de ser un periodo de preparación para la conmemoración de la primera venida de Jesús al mundo, también se dirige a la Segunda Venida de Cristo al final de los tiempos. El Adviento es una época de regocijo y expectativa espiritual. Además celebramos la venida de Cristo hoy – en la vida de la Iglesia y en nuestras vidas.
Adviento es un tiempo de preparación. ¿Estamos atentos, preparados para le venida de Cristo? ¿Están dispuestos nuestros corazones a recibir a Cristo, nacido en Nazaret?
Es fácil vivir cada día sin tener en cuenta la presencia de Dios. Tenemos mucho que hacer y a veces las necesidades de la vida cotidiana nos distraen. Olvidamos la presencia de Dios.
Pero Dios está siempre con nosotros, mostrándonos su amor – no solamente en la Eucaristía y en la Sagrada Escritura, sino en la belleza de la naturaleza, en la amor de nuestros padres y madres, nuestras amigas y amigos, nuestra familia, y en el don de la vida. ¿Estamos atentos a la presencia de Dios cada día?
Pregunta: ¿Dónde se ha encontrado hoy la presencia de Dios
Dejen que todos comparten sus respuestas a la pregunta.
Compromiso: Antes de acostarse, pensar cada noche de la presencia de Dios.
Oración final
Segunda semana de adviento
Tema: La conversión
La persona clave de la segunda semana de Adviento es San Juan Bautista. San Juan predicó en el desierto, llamando al pueblo a convertirse.
Oración inicial
Lectura del evangelio según San Marcos 1, 1-8
En el libro del profeta Isaías estaba escrito: ‘Ya estoy para enviar a mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Escuchen ese grito en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos’. Es así como Juan el Bautista empezó a bautizar en el desierto. Allí predicaba bautismo y conversión, para alcanzar el perdón de los pecados.
Reflexión:
Juan el Bautista es el santo perfecto para el Adviento. Juan, el primo de Jesús, predicaba en el desierto, un lugar difícil, preparando el pueblo para Jesús, el Mesías. Juan bautizaba mucha gente que buscaba cambiar su vida. Al inicio de su vida pública Jesús fue bautizado por Juan en el río jordán.
Él nos recuerda que, con nuestros pensamientos, palabras y obras diarias, estamos preparando el camino del Señor para los demás. Pero, fallamos y tenemos que renovar nuestra conversión, buscando el perdón de nuestros pecados
En una homilía del 16 de diciembre de 1979, Monseñor Oscar Romero, arzobispo martirizado de San Salvador, predicó:
Sólo por este camino de conversión se podrá encontrar la verdadera paz en la justicia. Por eso, la figura de Juan Bautista en pleno Adviento es la figura de la Iglesia y la figura de la comunidad cristiana, que lejos de andar buscando soluciones por proyectos de venganzas y violencias, busca en la raíz el verdadero mal de nuestra sociedad: en el pecado. Y busca una conversión que redunde también en conversión del pueblo, no de cada individuo solamente.
Preguntas:
¿Qué hay de cambiar en nuestras vida para reflejar la presencia de Dios en nuestro mundo?
¿Qué tenemos que cambiar en nuestra sociedad para que podamos vivir como verdaderos hijos e hijas de Dios?
Dejen que todos comparten sus respuestas a las preguntas.
Compromiso:
Antes de acostarse, examina el día: ¿Cómo ha fallado de vivir como hija o hijo de Dios?
Oración final
Tercera semana de adviento
Tema: El Reino de Dios
Isaías es el profeta del adviento y la navidad. Entre sus escritos se pueden encontrar muchas “profecías” del Cristo que esperaban el y el pueblo Israel.
Oración inicial
Lectura del libro del profeta Isaías 61, 1-2.10-11
El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a pregonar año de gracia de Yahveh… para consolar a todos los que lloran, Porque, como una tierra hace germinar plantas y como un huerto produce su simiente, así el Señor Yahveh hace germinar la justicia y la alabanza en presencia de todas las naciones.
Reflexión:
El profeta Isaías, predicando ocho siglos antes del nacimiento del Señor, presentó el imagen del Siervo de Dios. El Siervo, ungido por Dios, está enviado “a anunciar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a pregonar año de gracia del Señor”.
Jesús en su primera homilía en Nazaret, su pueblo natal, leyó este pasaje del libro de Isaías y dijo “hoy se cumple la escritura”, porque lo que escribió Isaías son características del Reino de Dios:
Los pobres escuchan la buena nueva – el evangelio.
Los que lloran o viven con corazones quebradas reciben consuelo y animo.
Los cautivos y los reclusos están liberados.
El año de la gracia está celebrado con la liberación de los pobres de sus deudas y la redistribución justa de la tierra.
Preguntas
¿Cuáles son los signos del reino de Dios hoy?
¿Qué podemos hacer para hacer presente el reino de Dios en nuestra aldea o barrio?
Dejen que todos comparten sus respuestas a las preguntas.
Compromiso
Oración Final
Cuarta semana de adviento
Coloquen un imagen de María con una vela en el medio del grupo.
Tema: María, servidor de Dios
Oración inicial:
Orientación
Al acercarnos a las fiesta de la navidad del Señor, recordamos en una manera especial María, la Madre de Jesús. María era una mujer joven y pobre en la aldea de Nazaret. Pero Dios la escogió.
Lectura Bíblica
Lucas 1, 26-38
Que todos comparten lo que les gusta más de la lectura.
Reflexión
Dijo María: ‘Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho’. No fue una decisión fácil. Ella, joven y ya no casada, va a estar la madre del Cristo, el Mesías. Pero, tenía fe y valor de arriesgarse, de confiarse en Dios.
Reciten y oren juntos las palabras del Ave María. A continuación reflexionen acerca del significado de la oración y del papel único de María como Madre de Dios.
Compromiso
Si celebran las posadas en su aldea o barrio, participen una noche, a lo menos.
Oración Final
LAS POSADAS
En nombre del cielo
os pido posada
pues no puede andar
mi esposa amada
Aquí no es mesón
sigan adelante
yo no puedo abrir
no sea algún tunante.
Venimos rendidos
desde Nazaret
yo soy carpintero
de nombre José
No me importa el nombre
Déjenme dormir
pues ya les he dicho
que no he de abrir
Posada te pide
amado casero
por sólo una noche
la Reina del cielo.
Pues si es una reina
quien lo solicita
¿cómo es que de noche
anda tan solita?
Mi esposa es María,
es reina del cielo
y madre va a ser
del Divino Verbo.
¿Eres tú José?
¿Tu esposa es María?
Entren peregrinos
no los conocía.
Entren santos peregrinos, peregrinos reciban este rincón
Y aunque es pobre la morada, la morada os la doy de corazón
Cantemos con alegría, alegría todos al considerar
Que José y María y María os vinieron a honrar.
La Navidad
Lectura del evangelio según San Juan1, 14
Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria:
la Gloria que recibe del Padre el Hijo único, en él todo era don amoroso y verdad.
Durante el tiempo de la Navidad, vayan con la familia a visitar un nacimiento y recen juntos a Jesús, María, y José para que sean una familia llena de la gracia de Dios.
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